Las fuerzas de seguridad colombianas cometieron “un número significativo” de asesinatos en la última década, a menudo para beneficio propio, y pocos de los culpables han sido castigados, según un informe publicado el jueves por un experto independiente de derechos humanos en las Naciones Unidas.
Philip Alston, experto de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, dijo en un informe de 36 páginas que el número de muertes “positivas falsas” atribuidas a los militares aumentaron en 2004.
El término se refiere a matanzas en las cuales civiles fueron atraídos a sitios remotos para matarlos y vestirlos con ropa de fajina, o colocarles un arma en la mano, para hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate.
Alston, que cumplió una misión de estudio en Colombia el año pasado, dijo que los asesinatos no parecen haber sido parte de la política del gobierno, pero rechazó las afirmaciones oficiales de que se trata de incidentes aislados. “Ha habido demasiadas matanzas de naturaleza similar como para caracterizarlas como hechos aislados perpetrados por soldados o unidades descarriadas”, agregó. El cálculo de muertes en la última década varía entre varios centenares a más de 2 mil, dijo Alston.
Aunque esas matanzas han sido menos frecuentes desde que el gobierno tomó medidas para prevenirlas en 2007, pocos de los culpables han sido juzgados, afirmó el investigador.

