Milicianos del Talibán atacaron el sábado con cohetes y morteros una base de Estados Unidos (EU) en Afganistán, matando a dos soldados estadounidenses y dejando heridos a varios más, informaron las autoridades. Más de 30 insurgentes murieron en el combate.
Durante el enfrentamiento de dos horas, que concluyó hasta que las fuerzas de Estados Unidos solicitaron apoyo aéreo, un atacante suicida condujo un camión cargado de explosivos hacia las puertas de la base. El vehículo detonó cuando los soldados le dispararon.
El ataque ocurrió en el distrito de Zerok, en la provincia oriental de Paktika, dijo Hamidula Zawak, vocero del gobierno provincial. Siete soldados estadounidenses y dos afganos quedaron heridos, dijo un portavoz militar norteamericano.
Los ataques ocurrieron cerca de la frontera con Pakistán, a cientos de kilómetros de la amplia operación que realizan los infantes de Marina en el sur de Afganistán, y evidenciaron la capacidad de los insurgentes para causar bajas a las fuerzas estadounidenses.
El grupo extremista tuvo una reaparición violenta después de ser casi derrotado en la invasión de 2001 encabezada por EU.