El director de la oficina de las Naciones Unidas para el combate al sida (Unaids) afirmó ayer que los comentarios del papa Benedicto XVI en torno al uso de condones para evitar la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ha abierto nuevas posibilidades de diálogo con las Naciones Unidas sobre la mejor manera de combatir la enfermedad.
El doctor Michel Sidibe, director ejecutivo de Unaids, participó en el simposio de ayer convocado por el Vaticano para prevenir el VIH y asumir el cuidado de personas infectadas. Sibide indicó que los puntos de vista del Papa fueron importantes aun cuando persisten algunas diferencias entre el organismo de la ONU y la Iglesia católica.
La ONU indicó que el uso del condón debe formar parte integral de los programas de prevención. El Vaticano se opone al uso de preservativos como parte de su rechazo general a cualquier forma de anticoncepción artificial. Sin embargo, el papa Benedicto XVI afirmó el año pasado que un prostituto que utilizara el condón estaría dando el primer paso hacia una mayor responsabilidad.
El Vaticano invitó a expertos sobre el sida de todo el mundo a un simposio de dos días sobre las medidas para prevenir el contagio por el virus del sida.
Los organizadores indicaron que el simposio del viernes y el sábado no cuestionará la enseñanza tradicional de la Iglesia católica, que se opone a la anticoncepción artificial.
En días previos a la conferencia, el diario del Vaticano publicó una serie de artículos que refuerzan la postura de la Iglesia de que las mejores maneras de evitar contagios por VIH son la abstinencia y la fidelidad en el matrimonio. Los comentarios del Papa sobre el uso del condón por parte de prostitutas infectadas con VIH parece haber eliminado un tabú de la Iglesia.

