La abstención marcó y empañó la elección del sucesor del presidente Álvaro Uribe.
Fue una combinación de la abrumadora ventaja que ostentaba el candidato oficialista Juan Manuel Santos, que dio a los votantes la certeza de la victoria y les permitió el lujo de dejarse seducir por el partido Brasil-Costa de Marfil, más una lluvia insidiosa, la que alimentó el alto nivel de abstención que marcó la segunda vuelta electoral.
Algunos analistas vaticinan que la abstención podría superar el 60% frente al 51% de la primera vuelta.
La Registraduría indicó que la abstención promedio en elecciones colombianas desde 1958 es de 52.17%.
Según un boletín de la entidad que organiza los comicios, hasta las 2:00 de la tarde 9 millones 35 mil 449 colombianos habían emitido sus votos en todo el país, la cifra es inferior a la participación de la primera vuelta el 30 de mayo, en millón 159 mil 191 votantes.
De hecho, únicamente 3 millones de votantes, de los pocos menos de 30 millones de colombianos habilitados, acudieron a las urnas en las tres primeras horas de las elecciones de ayer. VEA 34A