Un enfrentamiento en el oeste de Afganistán causó la muerte de 30 insurgentes y nueve soldados afganos, mientras que una bomba detonada al pie de una carretera en el norte del país hirió a un gobernador afgano, dijeron las autoridades el sábado.
La violencia en otras partes del país mató a otras 17 personas, parte de una ola de ataques que han causado 56 muertos en total.
La batalla en la provincia de Badghis comenzó el viernes y continuó hasta el sábado. Los soldados afganos respaldados por fuerzas internacionales mataron a 30 insurgentes en el distrito de Bala Murghab, una región en la que el Gobierno afgano tiene poco control.
Nueve soldados afganos perecieron en combate y cuatro “desaparecieron”, según el Ministerio de Defensa. La carga explosiva detonada en la carretera principal de la provincia de Kunduz hirió levemente al gobernador Mohammad Omar, dijo su vocero Ahmad Sami Yawar. Culpó a los “enemigos de la paz y la seguridad”, una frase comúnmente referida a los insurgentes. El Talibán y otros islámicos atacan con frecuencia a los funcionarios afganos. El norte de Afganistán fue otrora un enclave pacífico no tocado por la violencia talibán del sur y este del país, pero en los últimos dos años los guerrilleros han incrementado sus ataques en la zona a medida que la insurgencia se ha extendido por todo el país.
El presidente Barack Obama enviará otros 21 mil refuerzos al país a mediados de año para respaldar a los 40 mil que hay en la zona.
