Amplios sectores de la provincia de Veraguas coinciden en solicitar al actual gobierno que nombre una comisión de la verdad, para que esclarezca las muertes y vejámenes cometidos durante la dictadura militar, entre estos la desaparición del sacerdote colombiano Héctor Gallego, que estiman es una deuda moral e histórica para con los panameños.
Víctor Jordán, sociólogo veragüense, recordó que la llegada del desaparecido sacerdote colombiano a Santa Fe significó un cambio rotundo de las condiciones socioeconómicas y políticas en esa región, puesto que Veraguas estaba inmersa en la miseria, atropellos, latifundismo y analfabetismo.
Sacrificio y muerte
El trabajo que hizo Gallego en Santa Fe fue inspirado en la nueva Iglesia, a través de la evangelización con la palabra de Dios y el sacrificio que lo llevó hasta la posible muerte, porque tras 44 años de su desaparición aún se preguntan ¿dónde está el cuerpo del cura de Santa Fe?, indicó el sociólogo.
Recordó que desde que comenzó su trabajo en San Francisco y Santa Fe, siempre intentaron silenciarlo a través de los militares con el general Omar Torrijos y la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, pues estaban preocupados por la efervescencia de los movimientos campesinos que se organizaban en las comunidades, señaló.
La verdad es necesaria
A juicio del sociólogo, el pueblo panameño estaría dispuesto a perdonar a todos los posibles participantes en la desaparición del religioso, de llegarse a esclarecer el hecho mediante una comisión investigadora.
Los actos en recordación de los 44 años de su desaparición física se inician hoy, a las 8:00 a.m., con una caminata. A las 9:00 a.m. será la misa de acción de gracias y luego un acto cultural con un encuentro de delegaciones de indígenas, campesinos, ambientalistas y cooperativistas que asistan a Santa Fe.