Una pandilla integrada por nueve jóvenes, entre ellos menores y mayores de edad, mantiene atemorizada a los moradores de varias calles del distrito de Soná, provincia de Veraguas, a quienes roban, hurtan y hasta agreden físicamente, sin que las autoridades de policía se decidan a actuar.
En un reciente cabildo abierto los afectados expusieron ampliamente el temor que tienen de salir en horas nocturnas, ya que el grupito de delincuentes se pasea vestidos de blanco y encapuchados, listos para meterse en las viviendas o agredir a las personas para robarle sus pertenencias.
Recientemente el lugareño Inocencio Carranza fue agredido por estos mozalbetes y aún se mantiene en un centro hospitalario ubicado en la ciudad de Chitré, provincia de Herrera.
Autoridades responden
En tanto, Oriel Ruiz, alcalde de Soná, lamentó que en el cabildo abierto no estuvieran presentes la gobernadora Olga Pereira y el comisionado de Policía de Veraguas, Gilberto Cuevas, “porque son ellos los responsables de enviar la suficiente cantidad de agentes para controlar la delincuencia”
Ruiz sostuvo que es cierto que existe un toque de queda, pero reconoció que muchas veces los menores se hacen acompañar de adultos para cometer delitos.
Policía se defiende
A su vez, el comisionado Cuevas aseguró que se reunió con el alcalde y los ediles y que pronto lo hará con los corregidores para neutralizar el flagelo de la delincuencia que tiene aterrados a los sonaeños.
“Ya se coordinan los operativos necesarios para capturar a los menores y adultos que se dedican a cometer delitos en esta región sureña”, afirmó el oficial, mientras que voceros comunitarios se mostraron escépticos.
