El 22 de diciembre de 2008, la Asamblea General de la ONU reconoció que la anemia falciforme era un problema de salud pública mundial, por ello, acordó dedicar el 19 de junio de cada año como fecha en la que se deben concentrar todos los esfuerzos, recursos y compromisos de los actores sociales, gubernamentales y civiles para aumentar las acciones que permitan combatir esta severa enfermedad.
Esta declaración es bienvenida en Panamá, porque la anemia falciforme, o drepanocitosis, afecta a muchas personas que, junto a sus familias, padecen sus graves complicaciones y consecuencias.
La Asociación Panameña para la Prevención de la Anemia Falciforme (APPAF) fue fundada el 15 de septiembre de 1981 y, bajo el lema “Ayuda: Hazlo por la humanidad”, ha realizado una meritoria labor en estos 28 años. Por considerar de interés, me permito transcribir párrafos de la alocución del XVIII aniversario de la APPAF del 15 de septiembre de 1999:
“Las cifras de múltiples estudios nacionales, y de acuerdo a expertos de la Organización Mundial de la Salud indican que un 17% de la población es portadora de esta enfermedad, lo cual representa aproximadamente 476 mil panameños”. “Estamos seguros de que la participación de la población organizada en gremios y clubes cívicos y, sobre todo, la de los diferentes medios de comunicación social es clave para hacerle frente y resolver este importantísimo problema de salud y educación pública”.
Hoy, 19 de junio de 2009, persisten las delicadas situaciones que impiden la atención integral, con calidad y con calidez, a nuestros pacientes. En cada nivel y en cada área de prestación de servicios hay tareas pendientes: definir el programa nacional de atención integral para adultos y niños; reforzar la docencia a nivel institucional; apoyar la investigación para obtener índices reales de prevalencia; continuar los tamizajes, subtipos de la enfermedad, etc; desarrollar las clínicas de atención a nivel institucional; la disponibilidad oportuna de medicamentos especializados como lahidroxiurea y deferasirox, entre otros; hacer reconocimiento y brindar los apoyos presupuestarios y estructurales necesarios a la actual junta directiva para que pueda cumplir sus metas y objetivos de divulgación y capacitación a los pacientes y familiares.
Aprovechemos todos –autoridades, gremios, profesionales, educadores y población organizada– este día mundial para dar el impulso que produzca un impacto necesario que dé sostenibilidad a las acciones por realizar.
Regresan los tiempos de reflexionar, retomar, reiniciar y avanzar con paso firme hasta darle a los cientos de panameños y panameñas afectados por la anemia falciforme las respuestas que, por décadas, han necesitado, han reclamado y que con paciencia y esperanza aún esperan.
