Una mantra es una fórmula sagrada, que los devotos de Siva recitan durante el ritual místico del tantra. Evidentemente, la fórmula le ha funcionado a Willy Diggelman y Ofer Hasky. Se corrieron el riesgo de mudar el restaurante del Casco Viejo a Albrook, en el mall contiguo a la terminal, y les está funcionando. La decoración denota mucho más cuidado de lo habitual en plaza, con asaz buen gusto: se nota una mano profesional. El menú sigue con el ardid publicitario de "cocina erótica" inicial, pero moderado: aunque aún se ve el ceviche de corvina y pixbae, lo han aterrizado y el escandaloso precio inicial de 11 dólares (¡no se me olvida del shock!) ha bajado a B/. 3.95. Además, ampliaron el menú, añadiendo una sección de quesos, otra de pizzas, emparedados, etc. O sea que el restaurante, que está abierto seis días a la semana, puede ser lo que tú quieras: cantina, snack bar o restaurante formal.
Entre las picadas elegimos el hongo Portobello asado, que vino de excelente textura, pero con un toque más de vinagre balsámico del que me hubiera gustado, y no se dejó sentir la esencia propia de este fungus , que de por sí es pronunciada. El mismo problema se presentó con el emparedado de chicharrón, (milanesa de cerdo, hojuelas de camote y cebollas con limón) en que el limón opacó el resto de los sabores. Las hojuelas de camote redundaron completamente, ya que no aportaron absolutamente nada, a no ser por texto inútil en la carta. Soy amante de los sabores ácidos, pero en casos como éstos, sobran. El pita falafel estuvo bien de sabor, pero la textura falló, ya que no se podía distinguir entre el falafel y el hummus , todo parecía, y sabía, igual. La "ensalada para chuparse los dedos", trajo salmón ahumado, cangrejo fresco y huevos duros en mayonesa, y fue una de esas cositas fáciles, pero placenteras. El cóctel de langostinos estuvo absolutamente maravilloso, con una salsa golf acentuada de jengibre que le dio un toque especial, y langostinos frescos y regordetes. La pizza de alcachofas también fue deleitosa, y el carpaccio de carne, que anunciaba arúgula, no trajo tal cosa. Era lechuga de hoja, morada, picada por encima.
Tampoco cumplió con la ley de honestidad publicitaria el filete a las tres pimientas, que únicamente trajo una (negra), a pesar de haber estado bien ejecutado por lo demás. Es sumamente molestoso que el menú prometa una cosa y la cocina entregue otra, el equivalente de ir a comprar zapatos negros y, al llegar a casa y abrir la caja, encontrar que te empacaron unos rojos. De mariscos, pedimos "pasiones encontradas con langostinos", que venían con una salsa fría de aguacate, sake y jengibre, y algo de tomates, si mal no recuerdo, muy sabrosos. Además pedimos unas conchuelas con salsa de tomates secos y cilantro que hubieran estado deliciosas si las conchuelas hubieran estado frescas. Pero sabían a viejo y pedimos que nos cambiasen el plato por la corvina "salsa del Edén". La salsa estuvo sabrosísima, con sus toques de crema, cilantro y albahaca, pero la corvina en sí vino derechito del microondas, y la textura no nos impresionó para nada. Sin embargo, se redimieron en el frente italiano: el risotto de hongos estuvo magnífico, y también el plato de penne a la siciliana, con su salsa fresca de tomates, berenjenas y mozarella.
A la hora del postre, el espresso crème brûlee estuvo fantástico, y como viene en una tacita chiquitita, perfecto para quien no quiera perder la línea. La mousse de chocolate con naranja estuvo demasiado empalagosa y la textura le falló un poco; el "terciopelo negro", que es una torta de chocolate, salsa de fresa y crema, satisface el deseo de azúcar y no hace mucho más, amén de que trae crema batida de tarro, que no debería verse en un restaurante con las pretensiones de éste. Tienen un bar completo, aunque no pedimos tragos mezclados. El vino por copas está a B/. 2.50, lo que es razonable, y la carta de vinos es discreta, pero buena. Sin embargo, con las pretensiones del menú, y con la experiencia de los dos socios, la cocina se queda claramente corta. Urge, a gritos, un chef residente que supervise y mantenga el fino equilibrio que requiere la buena mesa. Dixit .
Calificación: ** 1/2 Presupuesto: $$-$$$ Dirección: Los Pueblos, Albrook Mall Horario: de martes a domingo de 12 mediodía a 11:00 p.m. Teléfono: 314-6465/66 Acceso a discapacitados: Cerca de la portacochera lateral del mall , no hay escalones. Aceptan: Todas las tarjetas