Un tribunal de justicia condenó a 30 meses de prisión a dos ejecutivos de la empresa Refinería Panamá y a 36 meses a tres oficiales del Cuerpo de Bomberos de Panamá, por la explosión, en 1997, de varios tanques de gas licuado contaminados con una sustancia corrosiva y que mató a una persona.
Mediante sentencia del 13 de mayo del 2002, la jueza segunda de circuito penal del Segundo Circuito Judicial de Panamá, Ada Cecilia Gutiérrez, encontró responsables a los cinco acusados y los condenó como autores de los delitos de explosión con resultado de muerte en la modalidad culposa y en grado de consumación.
Se condenó a 30 meses de cárcel a Carlos Del Valle Muñoz, gerente de Panagás y a Carlos Guerra Morales, químico jefe de Refinería Panamá. También se condenó a 3 años de prisión a Gregorio Alberto Arosemena, tercer comandante del Cuerpo de Bomberos, a Rodrigo Luis Baruco, jefe de la Oficina de Seguridad y Eduardo González Leblanc, encargado de la sección de gas de esta institución.
La jueza Gutiérrez aplicó el artículo 82 del Código Penal que permite reemplazar la pena de prisión por 365 días multas.
De esta forma, el fallo final advierte que a Guerra Morales y Del Valle se le aplicó una multa de 30 dólares por día (unos 10 mil 950 dólares) que deben pagar cada uno en un plazo de 18 meses.
Mientras que a Baruco, Arosemena Lam y González Leblanc se les fijó una multa de 10 dólares por día, por lo que individualmente deberán pagar la suma de 3 mil 650 dólares en el término establecido para que la pena accesoria sea reemplazada.
Este proceso tuvo sus génesis en enero de 1997 cuando estalló un tanque de gas de 25 libras en una abarrotería en San Miguelito que mató a la señora Pon Mei Kem.
Según las investigaciones los laboratorios de Refinería Panamá confirmaron que el contenido de los tanques de gas estaban contaminados con soda cáustica, una sustancia corrosiva.
Desde el 31 de diciembre de 1996 hasta el 8 de enero de 1997, la Refinería de Panamá produjo y envasó 100 mil galones de gas licuado contaminado, los cuales fueron vendidos en su totalidad por Panagás, según las investigaciones del Ministerio Público.
