La historia económica de Panamá, es muy diferente a la de nuestros países hermanos de Latinoamérica. En 1904, un año después de que nos separamos de Colombia, decidimos adoptar el dólar como moneda de curso legal con miras a la construcción del Canal de Panamá., porque era mucho más fácil para los estadounidenses llegar a nuestro país y utilizar su propia moneda, que cambiar de divisa.
Esa condición se mantendría hasta la culminación del Canal. Luego se decidió adoptar dicha moneda de forma permanente, porque el panameño se había acostumbrado a su uso. Por esta razón es que Panamá no posee un banco central, por ende, carece de una política económica propia y el país se encuentra sujeto a las decisiones que tome la Reserva Federal de Estados Unidos (que es en dicho país, su banco central).
Cuando surgió la gran crisis de los años 1970, la mayoría de los países latinoamericanos (por no decir todos), enfrentaron problemas de inflación y se vieron obligados a cambiar muchas de sus políticas económicas (llegando hasta devaluar sus monedas); sin embargo, a pesar de que nuestro país sintió las consecuencias de esa crisis, no fue de la magnitud que afectó al resto de los países.
Muchos analistas atribuyeron lo anterior al hecho de que Panamá había adoptado, desde hacía más de 60 años, el uso del dólar, una moneda fuerte y confiable. Eso hacía inmunes a los panameños ante cualquier decrecimiento económico que se registrase en el mundo. Además, Panamá era un país cuya economía se basaba en la prestación de bienes y servicios.
Hoy por hoy la situación es diferente. Luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, en Estados Unidos, la economía estadounidense comenzó un retroceso que provocó un aumento del desempleo y la inflación. A ello se sumó el encarecimiento del barril del petróleo y la crisis hipotecaria, lo que ha hecho que el dólar de devalúe frente a otras monedas como el euro, la libra esterlina, etc; y lleve a la potencia más grande del mundo ante una posible recesión; algo que la Reserva Federal de Estados Unidos ha querido evitar, bajando las tasas de interés.
Ahora nuestro país está viviendo las consecuencias de esta crisis económica y, a pesar de que en 2007 experimentamos el auge económico más grande de la región latinoamericana (casi un 10% de crecimiento), tenemos una inflación del 6%, la mayor de toda la historia de nuestro país.
Como se trata de una situación nueva para los panameños muchos preguntan: ¿Qué está sucediendo con nuestra economía, qué le está pasando al dólar?, que alguna vez fue la moneda más fuerte del mundo, pero hoy se devalúa paulatinamente.
Sin embargo, vemos que, a pesar del aumento del costo de la vida, el panameño no toma conciencia y sigue llevando el mismo estilo de vida, como si nada estuviese pasando.
Tengo la esperanza de que la población reaccione, antes de que la crisis económica se agrave y que tanto el Gobierno como la empresa privada implementen políticas de ahorro que ayuden al ciudadano a hacer un mejor uso de sus ingresos, de su crédito, de sus ahorros. para que velen por las prioridades fundamentales de su diario vivir.
El autor es abogadoAdemás en opinión