TEGUCIGALPA, Honduras (ACAN-EFE). -La escritora estadounidense Janet N. Gold ha presentado en Honduras una biografía en español de la reconocida intelectual hondureña Clementina Suárez, titulada El retrato en el espejo, que recoge facetas culturales de la artista en Centroamérica, México, Cuba y Estados Unidos.
La obra, que en 1995 fue editada en inglés por la University Press of Florida, es considerada por su autora como un retrato que está pintado con colores que reflejan el espejo del taller de palabras de una mujer poeta, respetando su derecho de autodeterminación.
Clementina Suárez, poeta y artista del pincel, nació en 1902 en Juticalpa, departamento de Olancho, región oriental de Honduras, y murió trágicamente en Tegucigalpa en 1991.
La autora describe a Clementina como una mujer compleja con facetas aparentemente contradictorias en su testarudo y sincero carácter.
Gold relata que su primer encuentro con Clementina Suárez tuvo lugar en la biblioteca de la Universidad de Massachusetts, mientras caminaba en medio de hileras de libros, atraída por el vivo color que presentaba cierto encuadernado o por la sugestividad del título de un libro, que fue publicado en 1956: La mujer en América escribe.
El libro de Carrera -añade- contiene un índice abundante: una lista de nombres en orden alfabético, una lista de nombres agrupados según las tendencias predominantes de cada una (iniciadoras, revolucionarias, novelistas, surrealistas, neo-románticas), y un índice que reúne a las mujeres de acuerdo a su país de origen.
Gold se encontró en el libro de Carrera, que en el apartado correspondiente a Honduras hay un solo nombre: Clementina Suárez, quien aparece en el rango de las neo-románticas.
Gold también dice de Clementina que no sorprende que sea una mujer que inspire una dilatada gama de reacciones emocionales en las personas que la conocen.
La aman con ternura y la desprecian con rabia; despierta la admiración de unos y el rechazo de otros. No creo que peque de exagerada si digo que dentro de la consciencia colectiva de su país, Clementina Suárez se ha creado por sí misma un lugar al cual no ha llegado ninguna otra mujer hondureña.
