CAGUAS, Puerto Rico. Según cantaba Rubén Blades, la vida te da sorpresas''. Y el estreno el viernes en Puerto Rico del musical La verdadera historia de Pedro Navaja contó con asombros de los buenos y de los malos.
La pieza teatral, protagonizada por Gilberto Santa Rosa, se anunció como un musical de altura porque en lugar de contar con actores intentando cantar'' como cuando se presentó originalmente en los años 80 cuenta esta vez con cantantes actuando''.
¿La sorpresa? La mayoría de los cantantes interpretaron sus personajes con la naturalidad que exige una pieza sobre las tablas, pero su proyección vocal se quedó corta.
En cambio, los actores de carrera, cuya participación se limitó a papeles secundarios, sorprendieron por los altos registros y politonales canciones que interpretaron magistralmente.
Tras vaticinar que quitarse el sombrero de salsero para ponerse el de Pedro Navaja no sería tarea fácil, Santa Rosa logró protagonizar con naturalidad el personaje que inmortalizó con su voz el panameño Blades.
Pero su excelente presencia escénica contrastó con sus interpretaciones, en las que en ocasiones lució falto de aire. Tal fue el caso de la reconocida intérprete boricua Yolandita Monge, cuya actuación de Diana, la maromera'', la amante de Pedro Navaja, fue magistral, mientras su voz al cantar no deslumbró.
El merenguero Elvis Crespo presentó una excelente proyección vocal no antes admirada en sus discos.
Crespo recibió una ovación del público que abarrotó el Centro de Bellas Artes de Caguas por su interpretación de Libertario Fuertes Labrador'', un campesino puertorriqueño de 1952 que se ve en la disyuntiva de emigrar a Estados Unidos o quedarse en su tierra.
Durante unas tres horas de función, la trama lució fluida, bien ensayada y el público le regaló al elenco vítores y aplausos.