La ex primera dama Betty Ford, cuya batalla para superar la adicción al alcohol y otras drogas inspiró a celebridades y personas comunes para buscar tratamiento, falleció el viernes, dijo un amigo de su familia.
Tenía 93 años. El deceso de la ex primera dama fue confirmado por Marty Allen, presidente emérito de la Fundación Ford. Allen no reveló la causa, y explicó que la Biblioteca Presidencial Gerald R. Ford divulgaría información adicional.
Betty Ford, cuyo marido Gerald murió en 2006, se había sometido a una cirugía por un padecimiento no revelado, en abril de 2007. Durante sus años en la Casa Blanca (de 1974 a 1977), y aun después, Ford recibió elogios por su sinceridad y valor al librar la batalla contra el cáncer de seno, una severa artritis, el alcoholismo y la drogadicción.
Fue también defensora del derecho al aborto y de la equidad de sexos. Su Betty Ford Center fue un oasis en el desierto, que rescató de la adicción a celebridades y a ciudadanos comunes. Fue también lo que dio fama a la ex primera dama, esta vez por sus propias obras.
Ford siempre se mostró modesta respecto de su logro. “La gente que se recupera suele decirme: ‘me salvaste la vida’, ‘cambiaste mi vida’, recordó alguna vez. “Ellos no se dan cuenta de que nosotros solo proporcionamos los medios para que logren esto por ellos mismos; eso es todo”.
Aunque el centro se volvió famoso por atender celebridades como Elizabeth Taylor, Johnny Cash y Lindsay Lohan, mantiene sus cuotas relativamente bajas y ha atendido a más de 90 mil personas. Ford recaudó millones de dólares para el centro y estuvo pendiente de sus operaciones. Solía darle la bienvenida a los nuevos pacientes con un discurso que comenzaba con las siguientes palabras: “Hola, me llamo Betty Ford, y soy una alcohólica y drogadicta”.