Flamenco a lo Cortés

Flamenco a lo Cortés


Vestido de negro y desde la oscuridad del fondo del escenario, apareció Joaquín Cortés. Los 18 músicos que le dieron la bienvenida guardaron silencio. El público estaba preparado para recibirlo: el sonido del taconeo de sus zapatos inundó el teatro y explotaron los aplausos.

“Joaquín Cortés Live”, el segundo espectáculo que el bailarín cordobés presenta en Panamá, no fue muy diferente al que trajo el año pasado. Sin embargo, la noche del miércoles el Teatro Anayansi del Centro de Convenciones ATLAPA estaba casi lleno y el entusiasmo sobraba.

Durante una hora y media, y sin intermedio, Cortés se enfrentó al público, confiado y sonriente. En ocasiones la música y el canto fueron los protagonistas, pero Cortés nunca dejó de ser la esencia del espectáculo. Cambió de vestuario en cuatro ocasiones, pero en todo momento el estilo fue sobrio y elegante, una vez de rojo, la mayoría de negro.

Usando sus pies como un instrumento de repetición, Cortés expresó con sus movimientos la pasión que siente por el baile. Tal y como ya lo había advertido, el bailarín presentó un espectáculo hecho con el corazón.

Si bien “Live” ha sido descrito como una fusión de música clásica, árabe, sefardí, afrocubana, y hasta jazz, es el flamenco el que domina. Pero a diferencia de las funciones de baile más tradicionales, el show de Cortés depende mucho de la improvisación y de la complicidad que se establece entre el bailarín y los músicos. Las coreografías se desarrollaron como una especie de diálogo entre ambas partes, en el que incluso el público es llamado a participar.

Al público femenino no hubo que darle mucha cuerda. Antes de que ”el gitano” se quitara el abrigo que llevaba sobre el torso desnudo, algunas ya gritaban “guapo” en los momentos de silencio.

Es evidente que a Cortés le agrada el halago del público. Muchas veces detuvo su mirada y sus movimientos para recibir el aplauso. Lo pedía y lo agradecía con una sonrisa. Y es que después de un impresionante taconeo, era muy difícil negarle ese placer.

Joaquín Cortés lleva 21 años bailando y 13 montando espectáculos propios. Llegó a Panamá este domingo después de presentarse en tres ciudades mexicanas. En octubre continuará su gira en Gran Bretaña, Milán, Turquía y Japón.

La noche del miércoles, cuando el espectáculo parecía estar por terminar, Cortés permitió a sus músicos —percusionistas, un flautista, cuerdas y cantaores— demostrar su talento uno por uno. Joaquín ya había dado por terminado su espectáculo y su ausencia restó impacto al cierre. Sin embargo, al bajar el telón, quedó en el aire el calor, la sensualidad y el sentimiento que caracterizó la noche.

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