El Foro Nacional de Competitividad reunió a 440 ciudadanos de los sectores público y privado para dialogar constructivamente sobre la situación actual de la competitividad nacional, conocer y consensuar propuestas concretas para mejorar, recogidas en una agenda de acción para el próximo año.
El Gobierno estuvo representado por ministros y directores de entidades autónomas queinformaron sobre acciones tomadas y por tomar para lograr el objetivo y los sectores privados, representados por empresarios, profesionales, académicos, líderes laborales y miembros de la concertación nacional, recomendaron acciones concretas públicas y privadas para lograr los mismos objetivos.
La competitividad para mejorar la productividad, eficiencia y capacidad de competir favorablemente en un mundo globalizado cubre un amplio espectro. Está principalmente en la gente, desarrollando sus talentos y oportunidades; en las empresas de todo tipo siendo innovador, eficiente y responsable. Pero obviamente todos laboramos necesitando infraestructura física, instituciones y “reglas del juego”, políticas y servicios públicos orientadores y facilitadores, tecnologías y financiamiento, una gobernabilidad robusta y estable, información y comunicaciones, seguridad, una orientación nacional compartida, libertad de acción, incorporación de los panameños marginados. Ante todo, está en nuestra gente recibiendo educación y capacitación de calidad.
A nivel nacional, la competitividad permite un crecimiento económico dinámico y sostenido que genera empleos, oportunidades, mayores ingresos fiscales para profundizar el desarrollo humano, mayores ingresos para la gente. Es necesario, pero no suficiente. Se necesita también el desarrollo humano, un enfoque regional y la protección del medio ambiente.
Estos son los temas cubiertos en el Foro Nacional. En las plenarias, los ministros y representantes privados presentaron sus planteamientos. En las 13 mesas de trabajo sobre temas específicos, los servidores públicos y representantes privados presentaron sus propuestas que se dialogaron, fueron complementadas por sugerencias adicionales y se consensuaron al máximo posible para conformar la agenda de acción.
Desde la educación y capacitación, la tecnología, infraestructura, hasta exportaciones, turismo, sistema judicial y seguridad ciudadana, cooperación público–privada, fueron tratados en las mesas de trabajo. Fue un ambiente constructivo en el que se compararon puntos de vista generados desde diferentes ópticas y posiciones pero con el objetivo común de crear a un Panamá mejor para todos dentro de su realidad.
No todas las recomendaciones de las mesas de trabajo se ponen en práctica. Pero la experiencia pasada nos indica que un 45% de ellas se ha hecho realidad. Del IV foro, el inmediatamente anterior, salieron 127 recomendaciones de las cuales 39 se han puesto en práctica, 78 están en proceso y 19 no se han iniciado. No está mal. Mucho depende de la naturaleza de la recomendación ya que unas pueden demorar más tiempo que otras para realizarlas.
En una democracia funcional moderna los consensos sobre objetivos fundamentales y los medios para lograrlos son necesarios. Nos ayuda a comprender mejor la contribución que cada cual debemos hacer para crear situaciones de “ganar–ganar”, mejorando a la comunidad y abriendo los espacios para que cada cual hagamos mejor lo propio. La mejor democracia es la que se convierte en un proceso educativo permanentemente, mediante la participación de todos, asumiendo cada quien su responsabilidad en libertad. 440 ciudadanos representativos de amplios sectores así lo hicieron en el Foro Nacional sobre un tema específico, aunque multidimensional, que nos atañe a todos: la competitividad nacional. Daremos seguimiento a la agenda de acción con la colaboración de todos.