Anhelo estar todavía celebrando la victoria del Barça en la máxima competición europea de fútbol. Mis neuronas podrían estar hoy en resaca orgásmica.
Panamá tiene uno de los más completos esquemas de vacunación del mundo. Las administraciones del doctor Fernando Gracia y, particularmente, la de los doctores Alleyne/Turner modernizaron nuestro calendario de inmunización infantil a niveles envidiables para la región latinoamericana. Queda espacio, por supuesto, para mejorarlo aún más. El país debe introducir la vacuna contra varicela, ampliar la protección contra más tipos de neumococo, cambiar el biológico de polio atenuado a inactivado, incorporar el componente de tosferina acelular al producto pentavalente, incrementar los grupos a recibir la prevención contra el papilomavirus humano, considerar la posibilidad de vacunas meningocócicas y reforzar los porcentajes de cobertura,particularmente en poblaciones marginadas y en edades adultas.
La vacunación del viajero es otro aspecto que debemos fortalecer. La reciente importación del virus de sarampión, el cual no circulaba en suelo patrio desde 1995, es una lección que debemos aprovechar para optimar la vigilancia y establecer estándares de excelencia tanto en el sector público como en el privado. Hasta este momento, cuatro casos de “alfombrilla” entre 90 adolescentes que formaron parte de una excursión a Polonia e Israel (Marcha por la Paz) han impactado a la comunidad sanitaria. Aunque es probable que la enfermedad no cause víctimas en las personas afectadas, si el virus se disemina a niños pequeños, especialmente en los que viven en bolsones de pobreza y desnutrición, la cuota de hospitalizaciones y muertes podría ser notable.
Varias preguntas se podrían formular sobre este incidente, pero las respuestas precisas requerirán una investigación a fondo. ¿Por qué individuos presuntamente vacunados se contagian de esta infección? Primero, debemos confirmar que, en efecto, tenían al día su esquema ideal de inmunización. Para estar completamente protegida, toda persona debería tener dos dosis de vacuna de sarampión (dosis inicial a los 12-15 meses de edad, seguida por un refuerzo a los inmediatamente antes de ingresar en la escuela primaria). Segundo, hay que asegurarse que la vacuna administrada cumplía con las regulaciones de vigencia (no expirada), administración (subcutánea) y cadena de frío (mantenida constantemente entre 2-8ºC). Puedo certificar que la preservación de esta temperatura a nivel público es celosamente seguida por el Sistema de Biológicos del Minsa (avales de la OPS y de las empresas manufactureras), bajo la coordinación de los disciplinados directores del PAI. En la esfera privada, no me consta dicha rigurosidad, una misión de vigilancia impostergable del ente rector. Tercero, la vacuna contra el sarampión es 95% eficaz. En otras palabras, cada año, un 5% de los vacunados queda desprotegido.
¿Dónde adquirieron el virus? El período de incubación del sarampión es de 8-12 días. Es decir, cuando una persona desarrolla el exantema (manchas rojas en la piel), ya han transcurrido casi dos semanas del contacto con el caso índice. Estos muchachos visitaron dos países europeos en ese tiempo, lugares donde actualmente circula el virus. Lo complicado es que, además, ellos estuvieron expuestos a una gran cantidad de compañeros de muchas partes del mundo. La única forma de saber la procedencia del agente infeccioso es analizando la estructura genética molecular del virus y pareándolo con la documentada en diferentes países. Para fines pragmáticos, sin embargo, esta respuesta tiene más importancia académica que práctica.
¿Cómo podemos contener el virus para que no se disemine a la población panameña que no viajó? El Departamento de Epidemiología, bajo la dirección de la Dra. Itza Mosca, profesional dinámica y muy capacitada, ha actuado de manera oportuna y atinada. Se ha establecido un cerco selectivo, entre los que iban en el vuelo de regreso, los excursionistas y sus familiares, los contactos domiciliares, sociales y escolares de los viajeros, para limitar el contagio. Además, se ha reforzado la actividad de vacunación en el país para reducir el número de susceptibles.
¿Cómo evitar la importación futura de otras infecciones? Todo viajero debe consultar con su médico y con la aerolínea contratada, las enfermedades presentes en los países de su destino para ir protegido al máximo. Hay una extraordinaria herramienta educativa en internet para viajar a cualquier lugar del mundo y saber los peligros infecciosos que nos esperan (wwwnc.cdc.gov/travel). El Minsa debe mantener excelentes coberturas de vacunación en todo el país y asegurarse de que se cumplan las recomendaciones tanto en clínicas públicas como privadas. En esta época de activistas anti-vacunas y defensores acérrimos de la autonomía personal, la vacunación debe ser, más que nunca, una actividad obligatoria. Tan solo un individuo no vacunado puede ser causa de una epidemia letal. La salud colectiva prima sobre el derecho individual.