HERMES SUCRE SERRANO hsucre@prensa.com Pantaleón Henríquez Bernal no era un relacionista público común. Lo recuerdo a principio de los 70,- en el Ministerio de Comercio e Industrias, cuando arengaba a su equipo: no me digan que no hay noticias; saquen polvo del mar y agua del desierto.
En una ocasión subía apresurado por las escaleras del edificio Prosperidad, en la Vía España. El ministro lo detuvo para pedirle un consejo, y el viejo, como le decíamos, puso la cara dura y le respondió: esos asuntos no se hablan en los pasillos, ven para acá.
Sin embargo, al único que no logró dominar con su poder de mando fue a su corazón, que ayer en la madrugada se detuvo para siempre. Tenía 87 años, y hacía pocos días que había regresado de la fiesta de Corpus Christi en su natal Villa de Los Santos. El sepelio será el sábado 15 de junio a las 11: a.m. en la iglesia de San Francisco de La Caleta.
Quisiera escribir todo sobre su extenso historial de vida, pero nunca olvido sus consejos: escriban lo importante, dejen las pendejadas para su día libre. Don Panta fue un pionero de la radio en Panamá, periodista, radiocomentarista, relacionista público, gremialista, alcalde de la ciudad de Panamá, diputado de la Asamblea Nacional y asesor en comunicación del sector público y privado.
Su seudónimo de combate era PHB. Sus comentarios radiales eran como cohetes que nunca fallaban su objetivo. No se andaba por las ramas, y era un hombre muy organizado; de esto dan fe sus colaboradores, como Simón de la Rosa, otro maestro del periodismo y las relaciones públicas.
Se fue el viejo, pero su recuerdo vivirá en el zapatear de los diablicos sucios, en el teclado de su vieja máquina royal, y en su escritorio lleno de periódicos. Cuando cogía una rabia, peinaba su cabello blanco, y decía: has visto la vaina. Erade corazón noble, sin duda.