La papa es uno de los alimentos que nutren (y engordan) más. De hecho, hay países que reemplazan en su dieta el arroz por este tubérculo. ¡Pero nada como la papa panameña! Tiene muchos carbohidratos y nutrientes. Como quien dice: “Entran limpios y salen millonarios”, o entran millonarios y salen… del país. Pero, si usted nutre bien su organismo, comiendo papa, reforzaría el sistema inmunológico y no tendría por qué enfermarse. Tal vez por eso estos individuos ahora acusados de cualquier cosa se enferman tanto. ¿Será que al dejar la papa se desnutren y les da de todo? Ese ímpetu que los llena e impregna todas sus actitudes prepotentes, groseras y grotescas de cuando están en el poder, se pierde en cuanto se alejan de la deliciosa “papilla”. Quedan débiles, sin fuerzas para gritar, levantar mazos, agitar machetes, insultar o burlarse de los demás. Quizás por eso, al acercarse a un juzgado les sale la vejez, la dislexia, la presbicia, el climaterio, la diarrea y cuanta parafernalia tengan a mano con tal de no pisar la cárcel. Será por eso que los presos comunes siempre andan enfermos, desnutridos y agresivos, porque no contemplan “la papa en sus mordidas”.
Hablando de comer, tampoco sería justo de mi parte obviar a todos esos funcionarios, otrora oposición, que antes gritaban, se encadenaban o autoflagelaban, y recién ahora callan. Después de tanta algarabía, apenas pasaron las elecciones, desaparecieron de la vista de todos escondiéndose tras la sombra del nuevo gobierno. Como si la justa antesala a un puesto público, fuera adversarlo desde “la independencia”. Sin embargo, esto también puede explicarse con “la papa”. Y tal vez esa sea la diferencia entre los funcionarios de este gobierno y aquellos chabacanos del otro. Que los de ahora rezan y tienen buenos modales. Porque una de las normas de etiqueta implica “no hablar con la boca llena”. Y aunque se puede, no se debe hacer por dos razones. La primera obedece a un orden más que nada estético, léase no se ve bien. La segunda es letal, podrían atorarse, o mejor dicho atragantarse…
Ahora bien, ya que sabemos que la papa panameña es un alimento de alto potencial nutritivo y que se come mejor con la boca cerrada, no sería responsable de mi parte, terminar este artículo sin manifestar los efectos secundarios que ocasiona su ingesta desmedida. La papa política panameña ocasiona alta adicción, demencia y dependencia severa, de allí que se le recomienda consumirla en períodos espaciados a cinco años. Sin embargo, siempre hay quienes insisten en seguirla degustando. Por otro lado, recientemente se han reportado casos de pérdida de memoria en muchas personas. Gentes de diferentes etnias, cultos, géneros y clases sociales del país, han asegurado que las crisis de abstinencia de la papa política panameña, les hace hablar cosas extrañas y olvidar asuntos importantes, alegando “justicia selectiva” cuando en realidad sufren de memoria selectiva.