Nuestro sistema educativo, y el de la mayoría de la región de Latinoamérica y el Caribe, se basa en que el niño y la niña de un nivel básico aprendan a leer, escribir y a calcular de una forma cuasi-bancaria (autómata, quizás) y sin un significado apremiante para el aprendiz.
Si dejamos de lado la lecto-escritura y se procura educar al niño y la niña antes de los siete años de edad en las áreas afectivas y el componente de desarrollo moral, ¿considerarían ustedes que mejoraría la calidad educativa?
Estudios realizados en otras latitudes (Asia) demuestran que aprender a leer y escribir tras adquirir estabilidad en el área afectiva (o fortalecer este dominio en los primeros años de vida), permite que el proceso de lecto-escritura sea fácil y significativo para el aprendiz. Es decir, no correspondería a un trastorno del aprendizaje (por retardo en la adquisición de esa habilidad), sino más bien una ganancia.
Quizás podríamos mejorar el índice de alfabetismo de 92% a 100%, y tener estudiantes más receptivos, psíquicamente, en niveles educativos más avanzados. Para ello requerimos docentes (maestros) que no solo dominen los conceptos de la pedagogía de valores y la educación para los derechos humanos, sino que puedan implementar las estrategias didácticas acordes al nivel cognitivo del estudiante. Para esto es necesario que se cuente con una asignatura explícita en el currículo, además de anexar ambas como un eje transversal a nivel secundario.
Se cuenta con el tiempo y las técnicas: un docente de matemática financiera o economía puede enseñar la brecha social y económica que hay en muchos países de Latinoamérica, o un docente de química demostrar que un compuesto de determinadas sustancias puede ser tanto útil como destructivo, en el segundo caso si se utiliza como un arma. Y los docentes de historia pudieran anexar el pasaje del Holocausto, incluso de la dictadura militar en toda Centroamérica, como una violación a los derechos humanos. Por todo es apremiante, hoy, una educación basada para los derechos humanos desde la educación primaria.