Respetuosamente es preciso recordarle al presidente, Martín Torrijos, que su compromiso con el país ante el trascendental evento del referéndum que se aproxima sobre el ensanche del Canal, consiste en facilitar y supervisar que este acontecimiento tan importante resulte eficiente, honesto y diáfano. Además propiciar el diálogo sereno y orientador, a través de debates libres por todos los medios de comunicación, centros universitarios, cabeceras de provincias, para educar y orientar a toda la población, con la finalidad de que esta pueda emitir su voluntad final en las urnas, después de un proceso reflexivo, sensato y responsable.
La actitud reciente contraria a su personalidad hasta hoy respetuosa y serena de nuestro mandatario, de estar promocionando el "Sí" abiertamente en sus patrullajes, como pudimos ver y escuchar el 8 de enero por televisión, podría degenerar en inconveniencias graves, por ejemplo: que se politice este ejercicio cívico-democrático bien intencionado y en vez de unirnos más bien nos divida por la pasión y consignas politiqueras, pasando a un segundo plano lo fundamental que busca el referéndum: un acuerdo nacional de esperanzas y realizaciones.
Parece que las experiencias recientes y desagradables al querer imponer con prepotencia la Ley de la CSS han caído en saco roto. Nos parece que el mandatario exhibiendo gran liderazgo debe estar en el "puente de mando" al frente del timonel de la gran nave, nuestra República, conservando el rumbo sereno y fuera de la pasión y discusión entre los pasajeros.
Debería, desde arriba en el puente, terminar de acondicionar un ambiente cada vez más armonioso de gran fe y credibilidad, que contribuya a este ejercicio cívico y de paz social, como la cancelación o revisión de la Ley 44, innecesaria porque se han descartado los embalses; para que en la Junta Directiva de la ACP siempre exista una silla para un trabajador de los 9 mil, pues hoy ocupan todas las sillas los partidos políticos, etc. En síntesis, gestos de justicia y buena fe, sencillamente.
Al observar al Presidente incurrir en este error reflexioné que ojalá el Tribunal Electoral no se contagie ni polarice, ya que nos ha extrañado su silencio indiferente. En la noticia aludida, el Presidente utilizó términos indelicados para con aquellos ciudadanos que aunque estamos de acuerdo con la modernización del Canal, hemos venido sugiriendo un método diferente antes de volcarnos de frente a la construcción del tercer juego de esclusas y sumergir al país en una macro-deuda. Se evidencia ausencia de cultura democrática y respeto a la libertad de pensamientos y expresión, si el Gobierno insiste en reaccionar contra aquellos que no coinciden con el discurso del oficialismo en este tema nacional, al expresar "Aquellos eternos perdedores".
Me obliga recordar al Presidente, que un núcleo de cinco ciudadanos (ex presidente, ex ministros, ex administrador, ex comandante, etc.) responsable y con harta experiencia en el tema del Canal, le solicitó audiencia para exponer lo mismo que hemos venido publicando, siendo candidato; luego como presidente electo y por último como presidente constitucional, esperamos y seguimos esperando durante tres años; y nunca encontró el tiempo para escucharnos o no se lo permite el entorno (el grupo).
En consecuencia, es irresponsable precipitar el ensanche del Canal, solo porque es un gran negocio para el "grupo" y cálculos electorales incluso.
El ensanche debe llegar pero 15 ó 20 años adelante, sin embargo, cuando llegue los que deben pagar por el tercer juego de esclusas son las navieras y no los estómagos del pueblo panameño como quieren imponerlo en el referéndum por el método manipulador del sí o no a secas sin derecho a la reflexión al "soberano" de contar con la tercera papeleta del sí condicionado a que paguen las navieras.
Y ¿por qué las navieras hoy no demuestran interés en invertir o pagar el ensanche como corresponde? Sencillamente porque para estas el ensanche no es su prioridad aún, ya que sus flotas cuentan en su mayoría con barcos Panamax de poco uso que siguen atravesando el Canal haciendo gran negocio.
Entonces, Presidente, mientras esperamos por las navieras, desarrollemos la república con los ingresos del Canal, perfeccionemos el Multimodal Balboa-Cristóbal-Autopista y Ferrocarril, construyamos al menos dos hidroeléctricas grandes (Changuinola-Teribe), sigamos ampliando la infraestructura nacional para explotar el turismo, la tecnificación de la agricultura, la pesca, el desarrollo sostenible y ordenado del litoral atlántico y su ferrocarril (Colón- Bocas del Toro), etc. Finalmente, sigo optimista y con la esperanza de que Martín Torrijos recurra a su casta de estadista y se eleve con autoridad y modere las ambiciones del "grupo", imponga el orden y haga prevalecer el bienestar común de su pueblo, impulsando "la Estrategia para el desarrollo del país".
El autor es militar retirado