La reelección implica que todo el aspirante que ya ocupa una posición, promueva su permanencia en esta. Es decir, pretender seguir en un cargo obliga, a quien así lo desee, a convencer al electorado de la necesidad de que él continúe por la eficiente labor desplegada.
Ante la proximidad de las elecciones universitarias para la renovación o no de las autoridades, lo que importa es tener claridad sobre el papel académico-administrativo y de proyección de aquellos directores que tienen el firme deseo de reelegirse, especialmente, en los Centros Regionales Universitarios (CRU).
Desde luego, todo pasa por la ponderación del trabajo desarrollado que permita reconocer la impronta de la educación superior en la región. Los CRU han cambiado radicalmente la vida de sectores en que los estudios universitarios tienen mucho valor. En estas unidades académicas, la reelección del director debe ser sometida a un escrutinio estricto. Ninguna imposición, sobre la base de contar con apoyos superiores, puede ser lo suficiente para mantenerse en la dirección de un CRU. Por eso, la “formulación y existencia” de un “proyecto nacional de reelección universitaria, de decanos y directores de centros regionales”, de acuerdo a planteamientos del director del CRU de Colón, debe ser debidamente observada y explicada.
Una aspiración particular no puede considerarse como parte de un “proyecto nacional de reelección universitaria de decanos y directores de centros regionales”. Eso es sumamente grave, puesto que ese acuerdo –si es que existe– es desconocido por los universitarios y, particularmente, por los distintos estamentos que conforman las diversas unidades académicas.
Así, el conocimiento de tal propuesta, tal vez no formulada con los diversos sectores de la familia universitaria, puede aspirar al desarrollo de un modelo académico-administrativo reducido a espacios limitados de intereses. Y ninguna iniciativa de ese tipo debe ser producto de una concepción minoritaria, sino del querer mayoritario.
Y de existir tal “proyecto nacional de reelección universitaria de decanos y directores de centros regionales”, entonces hay que exponerlo sobre la base de indagar respecto a quiénes los suscribieron, cuáles son los fundamentos y a quiénes beneficiará.
El director del CRU de Colón, cuya aspiración es reelegirse para un nuevo periodo, debe de manera obligada explicar la naturaleza de ese “acuerdo nacional”, sobre todo, a los universitarios colonenses.
Hemos de entender que el carácter democrático de la institución universitaria permite, con libertad, el rejuego de las ideas y de las posiciones. Si hay un valor importante en la vida de la Universidad de Panamá es el de la democracia. No obstante, esta puede verse limitada si no se aclara ese “proyecto nacional de reelección”, que nadie conoce.
