Ciudadano Presidente: Por lo general los mandatarios tienden a aislarse del pueblo por los anillos del poder que le rodean, en consecuencia acostumbran a escuchar por un solo oído y ver por un solo ojo a sus íntimos del palacio, sobre todo cuando estos traen mensajes lisonjeros y "verdades" agradables. Es parte de la conducta humana, sin embargo, los verdaderos estadistas ante esta ineludible realidad, aprenden a su debido tiempo ¡algunos demasiado tarde!, cómo romper con este vicio propio del palacio. el resto de los ciudadanos le debemos recordar que ¡la República es la tierra de todos sus hijos y de nadie en especial!, hasta alcanzar llegar al otro oído y ojo de nuestro mandatario.
No existen dudas de que la causa que ha abanderado el curso de nuestra historia y consolidación republicana, además de fuente de nostalgias, sangre derramada y honor, ha sido el Canal de Panamá. Me parece conveniente en los momentos actuales y sobre todo después del reciente CADE, sugerirle que en el proceso modernizador de la vía interoceánica, reflexione profunda y serenamente, alrededor de la organización y estructura del "Referéndum" que organiza el Tribunal Electoral, para finales del presente año, cuando todos los ciudadanos seremos convocados cívicamente para emitir nuestra voluntad en las urnas y aceptar al final de la jornada, la expresión determinante que decidan las mayorías. Con relación a la construcción del tercer juego de esclusas y la fuentes de los recursos necesarios para ello. Estoy convencido, por su origen y estirpe torrijista , que usted no permitirá lo que se cuece y busca imponer la ACP, al pretender que un ejercicio como este con tanto sentimiento patrio, se defina cercenando el derecho a disentir y el libre pensamiento, por la vía de un referéndum "tipo robot", que sólo le permita al pueblo panameño decir "SÍ o NO" a secas. Y lo expreso de esta manera franca Sr. Presidente, porque veo en su calidad humana, cargo y liderazgo, el único contrapeso efectivo con el derecho a intervenir e imponer recato y orden, inspirado por la equidad y justicia social entre las corrientes de intereses de grupos de nuestra sociedad, que evidentemente andan tras las riquezas que se deriven de esta inversión multimillonaria.
Va a ser necesario que se garantice la total independencia por mandato constitucional del Tribunal Electoral, toda vez que por la fragilidad de nuestro sistema democrático, ya existe un eje poderoso e influyente capaz de imponer su voluntad ¡sólo con guiñar un ojo!, y subordinar también al Tribunal. Me estoy refiriendo al eje formado por el Ejecutivo, Legislativo y la ACP, orquestado bajo el titular del MEF que al mismo tiempo preside la junta directiva de la ACP. Por consiguiente como se perfilan las cosas hoy rumbo al referéndum, y si usted no interviene imponiendo equilibrio, presagio que ocurrirá lo siguiente:
a) El capital y la clase empresarial se beneficiarán de la verdadera riqueza del proyecto. b) No habrá un boom de empleos ni ríos de riquezas, empero, la clase trabajadora durante la construcción que sólo serán progresivamente unos tres mil trabajadores en el mejor momento, sólo recibirán salarios de acuerdo a la escala nacional y no escala de la ACP. c) Mientras la clase empresarial incluyendo Constructora Urbana S.A donde tiene intereses el actual administrador de la ACP obtiene la parte privilegiada de las ganancias, el pueblo tendrá que soportar el rigor y sacrificios para saldar la gran deuda, quizás por los próximos 25 años.
Vale preguntarle al presidente Torrijos, ¿cree usted justo que el pueblo desvié sus utilidades del negocio de su Canal, necesarios para su bienestar, educación, salud, viviendas y desarrollo, para subsidiar a las navieras transnacionales por los próximos 25 años? Por otra parte, si aceptamos que el tercer juego de esclusas representa realmente construir un nuevo canal para servir a barcos de mayor tamaño "post-panamax," entonces, ¿por qué hipotecar el nuestro que no debe un solo dólar a nadie y sacrificar nuestra economía y beneficios del pueblo para subsidiar a las navieras, sin que ellos arriesguen junto a nosotros recursos económicos no reembolsables, ni nos garantizan la seguridad de seguir utilizando permanentemente el Canal, en el caso que nos veamos en el futuro obligados a aumentarles los peajes para cancelar la deuda? ¿ No le parece señor Presidente, que está brotando en el país un nuevo modelo de colonialismo? Vistas las cosas así, es menester solicitarle al ciudadano presidente y máximo custodio de los intereses del soberano, se nos permita decidir en el referéndum ya en la antesala, quién o quiénes deben pagar por la obra del segundo Canal y descartar de una vez por todas, la intención y planes desconsiderados, de someternos al ofensivo primitivismo del "Sí o No".