Cuando hablamos de patrimonio cultural muchas veces no pensamos en cementerios, sin embargo, el cementerio de Corozal es patrimonio histórico de la ciudad de Panamá y herencia de su pasado canalero. Se estableció en 1904 y allí permanecen las tumbas de los trabajadores –hombres y mujeres– del Silver Roll, que sufrieron la segregación racial y murieron durante la construcción y mantenimiento del Canal. Están enterrados, además, algunos héroes de la guerra civil americana que valdría le pena descubrir y contar sus hazañas. Sin embargo, sus historias quedaron en el olvido, entre tumbas llenas de maleza, víboras, basura y tuberías rotas.
Este cementerio, por su ubicación cerca del Canal, posee atractivos impresionantes: gran variedad de aves multicolores, mamíferos tropicales (agotis, perezosos, armadillos, monos cariblancos, entre otros) y diferentes especies de árboles (corotú, mango, marañón, guayacanes) que cuando florean pintan el camposanto de colores.
Los cementerios son atracciones turísticas viables por su valor histórico, arquitectónico y cultural. En otros países, hay precedentes de estos lugares como destinos turísticos. En Colombia, Perú y México tienen museos-cementerios, en los que los turistas experimentan la historia de la ciudad, el arte y la belleza arquitectónica, en recorridos guiados. Un ejemplo impresionante es el Museo-Cementerio de San Pedro, en Medellín, declarado Monumento Nacional en 1999 y administrado por una fundación privada.
En algunas ciudades, los más viejos, que ya no tienen espacio para enterramientos, los han convertido en atracciones turísticas. En París, Nueva Orleans y Brooklyn se realizan giras a esos sitios, dirigidas por historiadores locales, de esta forma se contribuye a su protección y mantenimiento.
En lo personal, me atrae visitar los que cuentan historias interesantes. Me perdí en el de París, junto a una amiga, mientras buscaba la sepultura de Oscar Wilde, pero disfruté de una caminata mágica, en medio de árboles, flores y otros turistas. En La Habana visitamos la Necrópolis de Cuba, cuya arquitectura y esculturas son impresionantes. Nuestro guía en esa ocasión nos transportó al período antes de la revolución.
Un destino turístico requiere productos innovadores, debe rescatar las tradiciones y leyendas, y contarlas de manera seductora. En Panamá, por suerte, tenemos una historia y diversidad biológica extraordinaria. No deberíamos estar por debajo en el ranking turístico, comparados con otros países de la región.
El cementerio de Corozal es un hermoso parque verde, con historias y leyendas fascinantes que esperan ser descubiertas. ¿Instituto Nacional de Cultura, Autoridad de Turismo de Panamá, Alcaldía capitalina, nos ayudan a contarlas?
