Usted quiere conocer la identidad de las personas o bestias que venden las armas que han convertido los barrios populares en escenario de balaceras y muerte. Panamá cuenta mil historias, desde Colón a Urracá, Morgan, Vasco Núñez, el Camino de Cruces, el Canal… Todo está escrito, pero no pierda su tiempo en tonterías como buscar los nombres que controlan los negocios locales y el contrabando internacional de drogas y armas.
En el pasado, nosotros, la gente interiorana, teníamos contacto temprano con un revólver 38, el rifle 22 y la escopeta 12 que se utilizaba contra animales dañinos y para cacería de venados, zaínos y torcazas. La riña de Pepo con Toñito se resolvía a los puños, un ojo morado y al rato, otra vez amigos, eso era antes. Hoy, en los centros urbanos se filma otra película, el bebé del barrio lleva un puñal en la bolsa escolar y su hermano mayor oculta la Glock para echar tiros al aire en fiestas patrias y jura que no es sicario ni pandillero.
Estos cambios perversos son consecuencia del mundo al revés. El contrabando de armas no es casual, va ligado a la codicia y la política. La cocaína y otras drogas heroicas son el principal insumo del crimen organizado y las pandillas. Las drogas son el manjar del goloso, obligado a compartir el postre con los muertos del día hasta que toca una bala con su nombre.
La mayoría de las armas vienen de China, Corea del Norte, Vietnam, Camboya y Birmania. Una leve muestra de ese tráfico son barcos como el Pia Vesta, apresado en Panamá en 1987 con miles de fusiles destinados a la subversión de Nicaragua, El Salvador y Colombia. Y el Chong Chong Gang, nave pirata atrapada en el Canal en el 2013, con inocente carga de azúcar cubana bajo la que ocultaban 240 toneladas de armas. Este mismo buque norcoreano en el 2009 atracó en Ucrania con suficiente droga y equipo bélico para equipar a nueve mil contrabandistas y otros tantos guerrilleros y maleantes. El eje Venezuela-Colombia-Bolivia-Perú es un hervidero de guerrillas, proveedores de drogas a cambio de armamento que es introducido por trilladas rutas de Centroamérica, cruzando Panamá rumbo al cono Sur. Nota curiosa: datos oficiales revelan que, en dos años, las autoridades colombianas han decomisado a los contrabandistas 66 mil armas, contando pistolas, fusiles, metralletas, granadas y minas terrestres. ¿Cuántas han capturado en Panamá?
Un acertijo popular es que usted mencione el nombre de un traficante de esos que han transformado los barrios populares en zonas rojas tan peligrosas como Beirut. Yo no juego, prefiero que sea usted el que adivine. ¿Quiénes controlan las armas?
El autor es abogado
