Exclusivo Suscriptores

Autocracia vs. democracia

Autocracia vs. democracia
Órgano Judicial.

Los regímenes políticos se dividen en dos amplias categorías: la autocracia y la democracia. En el campo autocrático, se puede distinguir entre regímenes autoritarios y totalitarios, como lo hizo, con mucha precisión, el profesor Juan Linz (1926-2013).

Si el autoritarismo es malo, porque anula derechos y la libre participación en la política, el totalitarismo es mucho peor, porque va más allá: suprime toda expresión autónoma en la sociedad, no solo en la esfera política, sino, también, en el ámbito económico, cultural, social y religioso.

Hay numerosos ejemplos de autoritarismo a lo largo de la historia. Las dictaduras de Francisco Franco (España, 1939-1975), Pinochet (Chile, 1973-1990), la junta argentina (1976-1983) y los militares panameños, apoyados por Washington (1968-1989), fueron regímenes autoritarios, señalados por sus sistemáticos abusos y violaciones a los derechos humanos.

Los regímenes totalitarios son menos numerosos, porque esta clase de gobierno es tan extrema y malévola que su instauración no es posible sin que estén presentes ciertas características, como un aparato represivo altamente desarrollado y de largo alcance, un partido político monolítico y permanentemente movilizado, una ideología mesiánica que convenza a un segmento apreciable de la población y un liderazgo sumamente personalista y avasallador, entre otras.

Los capítulos más atroces de totalitarismo han sido protagonizados en la Unión Soviética bajo Stalin (1927-1953); en la Alemania nazi (1933-1945); durante la dictadura de Mao Tse-Tung en China (1949-1976); en Camboya bajo Pol Pot (1975-1979); y en Corea del Norte, a partir del establecimiento del actual régimen (1948), el cual, además de sus componentes totalitarios, manifiesta rasgos claramente cleptocráticos y dinásticos.

En la actualidad, varios autores diferencian entre autocracias electorales—regímenes impositivos que simulan tener elecciones competitivas (por ejemplo: Venezuela y Turquía)—y autocracias cerradas, donde no hay opción fuera del partido único (por ejemplo: Cuba y China).

El proyecto Varieties of Democracy (V-Dem), radicado en la Universidad de Gotemburgo (Suecia), abandera esta clasificación y lamenta, en su más reciente informe, publicado en marzo de 2021, que la autocracia sea, actualmente, el tipo de régimen más difundido en el mundo. Abarca 87 Estados independientes y el 68% de la población global (https://www.v-dem.net/media/filer_public/c9/3f/c93f8e74-a3fd-4bac-adfd-ee2cfbc0a375/dr_2021.pdf).

Entre los regímenes democráticos también hay subdivisiones. Una distinción muy frecuente separa las democracias presidencialistas—aquellas en que los órganos ejecutivo y legislativo se eligen en votaciones separadas—de las democracias parlamentarias: aquellas en que los resultados de la elección para diputados definen la composición del gobierno.

El Reino Unido es un caso paradigmático de democracia parlamentaria y su sistema de gobierno se implantó y sigue vigente en muchos antiguos territorios del imperio británico (Australia, Barbados, Canadá, Irlanda, Malta, Mauricio y Nueva Zelanda, entre otros).

Estados Unidos es el paradigma de democracia presidencialista y la mayoría de las repúblicas hispanoamericanas siguieron su ejemplo cuando derrocaron el absolutismo monárquico, 200 años atrás. Lo curioso es que, a pesar de adoptar constituciones republicanas y democráticas, en la práctica han predominado en América Latina las autocracias militares (o civiles), aún después de la ruptura con la autocracia monárquica de la corona de Castilla.

En otras palabras, en los dos siglos transcurridos desde el derrumbe de la dominación española se ha dado poco valor o respeto a lo establecido en las constituciones republicanas instauradas por nuestros patriotas.

Según un cálculo, fundamentado en la base de datos Polity IV, que clasifica todos los regímenes políticos entre 1800 y 2018, en los dos siglos transcurridos desde la independencia (1821), el sistema democrático ha estado vigente en Panamá durante 49 años (25%). Sistemas semi democráticos han regido en el país durante 41 años (21%).

Hemos tenido gobiernos rígidamente autocráticos durante 30 años (15%) y sistemas de tendencia autocrática durante 73 años (37%). En conclusión, desde la independencia, es más el tiempo que hemos vivido bajo sistemas autocráticos y semi autocráticos (103 años, más de un siglo) que bajo regímenes democráticos y semi democráticos (90 años, menos de un siglo).

Varieties of Democracy (V-Dem), ya mencionado, distingue entre democracias liberales y electorales. La democracia electoral es aquella caracterizada por elecciones libres en un contexto de debilidad institucional en áreas como derechos humanos, acceso a la justicia, rendición de cuentas, transparencia y separación de poderes, entre otras.

La democracia liberal es aquella en que tanto la dimensión electoral como los componentes adicionales del sistema democrático mantienen su vigor. Según V-Dem, las únicas dos democracias liberales en América Latina son Costa Rica y Uruguay. V-Dem—cuyos criterios de clasificación son más estrictos que los de Freedom House, a los que aludí en la columna anterior (21 de julio)—clasifica a Panamá como democracia electoral. A diferencia de Freedom House, que cataloga a Panamá como país “libre”, V-Dem considera que el sistema político panameño—ostensiblemente, republicano y democrático—tiene fallas importantes, especialmente en su componente liberal, referentes al ejercicio de derechos fundamentales, como el acceso a la justicia, la igualdad ante la ley, los derechos de las minorías y el derecho de petición.

En la lista de 179 países clasificados por V-Dem, Panamá ocupó en 2020 la posición N°53, por debajo de Costa Rica, Uruguay, Chile, Perú y Argentina. En lo que respecta al componente liberal, sin embargo, Panamá ocupa la posición N°85, evidentemente, entre otras razones, porque la “justicia” es un chiste de mal gusto y los magistrados y jueces corruptos que integran el Órgano Judicial venden sus fallos y sentencias al mejor postor, en contubernio con procuradores y fiscales igualmente venales y mediocres.

En el bicentenario de la adopción del gobierno republicano, conviene hacer estas reflexiones. En todo el mundo, el sistema democrático está amenazado y la alternativa autocrática, tristemente, gana terreno.

El autor es politólogo e historiador y dirige la maestría en Asuntos Internacionales en Florida State University, Panamá.



LAS MÁS LEÍDAS

  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más
  • Embajador de Estados Unidos toma el desayuno chino con la diputada Patsy Lee. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • Estados Unidos incluye a Ramón Carretero Napolitano en la Lista Clinton. Leer más