La competitividad nacional se define como la capacidad de tener un crecimiento económico sostenido para lograr propósitos nacionales de desarrollo humano, bienestar y estabilidad. Algunos pensarán que Panamá ya es lo suficientemente competitivo con un crecimiento de 9% este año y con perspectivas favorables. Pero precisamente ahora es que más se necesita enfatizar la competitividad para hacer sostenible a largo plazo el crecimiento y el desarrollo humano, ante un mundo cambiante, la aparición de "cuellos de botella" que pueden frenar el proceso, las desigualdades de oportunidades de participación de amplias regiones del país y sectores de la población. En momentos favorables se pueden afianzar mejor las ventajas competitivas, evitando perderlas, y aprovechar la bonanza coyuntural para ampliar y diversificar la cobertura de la competitividad y de sus beneficios a mediano plazo.
El mundo cambiante nos indica que la coyuntura económica mundial favorable podrá disminuir en los próximos años y que todos nuestros países vecinos, competidores nuestros en atraer inversiones y afianzar mercados externos para sus bienes, se esfuerzan también en ser más competitivos. No solo se necesita afianzar y ampliar los mercados tradicionales de Norteamérica y América Latina, también explorar el creciente mercado de Asia Pacífico y de Europa.
Panamá, junto con Centroamérica, es ahora un país atractivo para residentes extranjeros jubilados. En adición con la expansión del Canal, la estabilidad gubernamental, el más sólido ámbito macroeconómico fiscal y monetario el país se está convirtiendo en un lugar internacionalmente atractivo para invertir. Lo que llaman "la marca-país" se ha fortalecido. Con los tratados de libre comercio con EU principalmente y con Centroamérica, las riberas del Canal expandido se pueden volver más atractivas para invertir, dentro del conglomerado de actividades que giran alrededor del Canal y el sistema monetario-fiscal-legal panameño, con el propósito de exportar hacia esos mercados que se afianzan con la apertura que permiten los tratados nuevos.
Pero esas oportunidades solo se fortalecen a mediano plazo si removemos los obstáculos a la competitividad sostenida que el acelerado crecimiento hacen evidentes, con la falta de capacitación de gente, con una limitada infraestructura física urbana y rural, con la lentitud en procedimientos burocráticos gubernamentales y con incertidumbre en la seguridad jurídica e institucional. Sin duda, el Gobierno Nacional está concentrando atención en varios de estos aspectos fundamentales con los programas del Inadeh, con nuevas obras de infraestructura, con la tecnificación y simplificación de procedimientos gubernamentales, como ya lo hizo antes en la parte fiscal; pero también hay otras áreas que necesitan atención tanto pública como privada.
El esfuerzo sostenido para mejorar la educación, para hacer accesibles nuevas tecnologías de producción, mercadeo y procesamiento a la micro y pequeña empresa rural y urbana, para extender la infraestructura en áreas neurálgicas del país que se benefician con el turismo y las agroexportaciones, para fortalecer los encadenamientos entre productores pequeños, medianos y grandes con el transporte nacional e internacional, el crédito y los mercados internacionales, así como los programas enfocados a incorporar a los pobres y marginados, tienen que mantenerse por mucho tiempo fortaleciendo una agenda nacional consensuada.
Estos y otros temas serán enfocados en el 2do. Foro Nacional de Competitividad el próximo 29-31 de agosto auspiciado por el Gobierno Nacional, los gremios empresariales y la Fundación del Trabajo y coordinado por el Centro Nacional de Competitividad. Como ocurrió en el primer foro hace un año, será un dialogo público-privado para contribuir con una agenda de acción concreta y consensuada que permita resolver problemas coyunturales de competitividad con un enfoque estratégico de mediano y largo plazo.
Para desarrollar la competitividad nacional, basada en la de las empresas y la de la gente, se necesita convergencia de enfoques, colaboración pública-privada y continuidad en el tiempo. La participación ciudadana en el foro lo hará un mejor vehículo para contribuir al logro de esos objetivos.