Por naturaleza, el crecimiento económico se caracteriza por desequilibrios que se acentúan entre más acelerado es su ritmo. Creciendo 9% este año, sobre un promedio de 7% en los tres años anteriores, Panamá no es excepción. Se necesita tener esto presente para guiar yfacilitar el proceso con el fin de sostenerlo, de que sea estable y de que sus beneficios irradien a toda la población.
Para comenzar, el crecimiento nunca es uniforme. Tampoco es "macro". No se asemeja al crecimiento de un árbol, es más semejante al crecimiento de hongos en un huerto, brotan dispersos aquí y allá, donde surgen oportunidades de inversión rentable apoyadas por mercados en expansión. El crecimiento es "micro", ocurre en nichos, sectores y regiones y su sumatoria produce el agregado nacional. No sorprende que los nichos dinámicos panameños están en las exportaciones de servicios y de bienes. Estimulados por una benévola economía internacional, el Canal, la Zona Libre, los puertos, la banca, el turismo, la construcción, las agro- exportaciones, el aeropuerto internacional, las telecomunicaciones, aprovechan su capacidad instalada y hacen nuevas inversiones para generar exportaciones a mercados más grandes. Con lasdivisas generadas, la dinámica de esos sectores irradia a otros sectores y regiones en intensidades diferentes.
Panamá se ha venido posicionando gradualmente para ello, en los últimos 30 años, con la expansión de la Zona Libre y de la banca, seguido de la reversión del Canal y de las concesiones portuarias, del uso de las áreas revertidas, lo cual todo junto da pie al Sistema Económico del Canal; con la continuidad de apoyo al turismo desde 1990, con la evolución más reciente de la construcción y con la experimentación de agroexportadores en los últimos 15 años. Todos estos nichos van consolidándose con el entorno internacional favorable. También han sido estimulados por la mayor apertura de la economía desde 1998.
Así surgen también o se acentúan los desequilibrios entre la región interoceánica y el interior, entre sectores de servicios y la industria y la agricultura, entre los productores para el mercado local y para el mercado internacional. Ese crecimiento crea naturalmente otros desequilibrios, como son la escasez de mano de obra capacitada, de energía e infraestructura, de "reglas del juego" institucionales modernas, hacen evidente las limitaciones causadas por procesos burocráticos anticuados como también por procesos políticos de gobernabilidad anclados en clientelismos atávicos. También crean escasez de oferta de materiales e insumos, como es el caso de la construcción.
Parte de esos desequilibrios los resuelve el mercado, sobretodo si se le mantiene abierto, ya que las diferentes ofertas y demandas se reflejan en variaciones de precios relativos que inducen a inversiones para producir lo que hace falta y para importarlo de acuerdo a necesidades. Parte de ellos los tiene que resolver el Gobierno, mediante políticas públicas e inversiones de recursos públicos en infraestructura urbana y rural de toda clase. Ejemplo, en el Panamá Metropolitano, en Boquete y Bocas del Toro, en las playas de Coclé, Los Santos, Chiriquí . También en la capacitación laboral acelerada y en la educación en general.
Algunos reaccionan ante los desequilibrios naturales (existentes aquí y en todas partes) queriendo frenar lo dinámico para apuntalar lo lento y atrasado, como si el crecimiento se pudiera legislar u ordenar desde arriba. Otros quieren pararlo porque no resuelve la situación de pobreza, ignorando que el crecimiento contribuye con empleos, recursos fiscales, aumentos salariales y oportunidades, todos necesarios para combatir la pobreza mediante la aplicación de otras políticas y de recursos públicos. Otros quieren sesgar el crecimiento con subsidios y protecciones clientelistas, creándole así costos reales al resto de la sociedad e incluso frenando el crecimiento real.
Por el contrario, para tener éxito, sostener el crecimiento y lograr que irradie beneficios para todos, se necesita aprovechar los nichos que los mercados internacional y nacional indican que tenemos, aplicar conocimientos y tecnología a recursos aún no aprovechados sobre todo en áreas marginadas, crear vinculaciones y conectividad entre las regiones y sectores del país, sobre todo entre las dinámicas y las atrasadas, y vincular mejor a la micro y pequeña empresa a los mercados. Pero más que todo, se necesita capacitar a la gente, sobretodo a los marginados y pobres, porque son la gente los que hacen el crecimiento y desarrollo. Los gobiernos y la administración pública no lo hacen, lo pueden y deben guiar y facilitar, con información que dé a conocer oportunidades, con inversiones y acciones para resolver "cuellos de botella", con gobernabilidad estable e institucionalidad transparente para crear el ambiente que dinamice a la gente y con programas idóneos y efectivos para reducir la pobreza invirtiendo en los marginados y en su ambiente.