Los promedios son engañosos. Si una persona se come un pollo y la otra no come, entonces, en promedio, se comen medio pollo. Si una familia tiene cuatro autos y otra no tiene, se tiene, en promedio, dos autos por familia, y así, el producto interno bruto de Panamá fue de $67 mil millones, un promedio de $15,731 por habitante en 2019.
Según un informe de la CSS, al 31 de diciembre de 2019, existen 273,825 pensionados del Subsistema Exclusivamente de Beneficio Definido (SEBD), que reciben un monto anual de $1,605,450,339, es decir, $489 en promedio mensual. De los 273,825 pensionados, solamente 154,823 cumplieron con las cuotas y edad de referencia, y su promedio de pensión es $612 mensuales.
Otras 61,612 personas se pensionaron antes de cumplir la edad o sin cumplir las cuotas de referencia o sin cumplir ninguna de las dos, con un promedio de $403. Otros 57,390 reciben una pensión de invalidez o de sobrevivientes con un promedio de $247.
Lo que no menciona este informe es cuántas personas que aportaron a este esquema nunca alcanzaron una pensión, es decir, los que no comen pollo. Si, así trabaja el esquema de Beneficio Definido: en sus cálculos usa la variable llamada “probabilidad de que un asegurado activo se pensione por vejez”, o lo que es lo mismo, la probabilidad de que muchos asegurados no reciban pensión, a pesar de haber aportado para financiar a otros, que sí reciben.
¿Por qué hay 125 mil personas en el programa 120 a los 65? Esta cifra equivale al 81% de los pensionados por vejez normal en la CSS. La respuesta está en las personas que nunca alcanzaron una pensión en la CSS, a pesar de haber aportado, y las que nunca aportaron porque siempre estuvieron en la informalidad.
Con los porcentajes de cotización, cuotas exigidas y edad de jubilación actual, no es posible financiar las pensiones pagadas en la CSS; es decir, estas pensiones necesitan ser subsidiadas.
Pero lo más curioso del mal llamado esquema solidario, es que otorga mayores subsidios a pensiones más altas. Para esto solo basta revisar en detalle las pensiones de $2500, $2,000, $1,500 o $1,000, su historia laboral, cotizaciones, expectativas de vida, tiempo cobrando la pensión, etc., y compararlo con lo que en realidad cuestan.
Estas pensiones se pagan actualmente con las cotizaciones de todos los trabajadores, la mayoría de bajos ingresos
La falsa solidaridad en los esquemas de beneficio definido tiende a favorecer a las personas de más altos ingresos, dado que estas personas tienden a vivir más tiempo, se vinculan más tarde a la fuerza laboral, tienen mayor continuidad laboral, salarios crecientes y algunos aprovechan para sacar el mayor provecho al esquema con el menor esfuerzo posible.
Los esquemas de beneficio definido están destinados a la quiebra por temas demográficos en el mundo y Panamá. Un sistema inequitativo, para unos pocos que ganan y otros que pierden, y con el agravante de trasladar a la juventud el costo de su ineficacia.
El autor es ingeniero administrador