El 25 de noviembre marcó el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, declarado en 1993 por la Organización de Naciones Unidas. Y este año dio inicio a diesciséis días de activismo contra la violencia dirigida a mujeres. La ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
Existen varios tipos de violencia perpetrados contra las mujeres, como: violencia física, psicológica, económica, sexual, acoso, trata de personas, mutilación genital, matrimonio infantil y femicidio. Muchos de estos actos son realizados por personas cercanas.
Estos no son eventos exclusivos de lugares lejanos. En Panamá, la violencia contra la mujer, en todas sus formas, es una constante. Sólo esta semana, fuimos testigos del ataque en el que un hombre quemó con una plancha los genitales de su compañera sentimental. Actos como este ocurren a diario en nuestro país. En lo que va del año, el Ministerio Público reportó 25 muertes violentas de mujeres, 14 femicidios y 5 tentativas de femicidio.
Aunado a estos casos violentos, los embarazos de adolescentes, ocasionados en su mayoría por hombres adultos y el hecho de que más del 80% de los hogares panameños están representados por madres solteras, ilustra una sociedad que tiene poco interés de impulsar el desarrollo de mujeres y niños. La mayoría de las personas pobres están representadas por mujeres. Cuándo la mitad de la población de Panamá tiene carencias para su desarrollo, el país sufre.
A pesar de que hay personas que insisten en pronunciar que estos son temas personales y que el Estado no se debe entrometer, los problemas han escalado. Mientras tanto, grupos independientes y de la sociedad civil continúan impulsando la prevención de violencia contra las mujeres. Movimientos como #16días, #MeToo, #NiUnaMenos, Vivas nos Queremos, #MePasó, intentan crear conciencia de la enormidad del problema de violencia contra mujeres. ¡Es imperativa la intervención estatal basada en evidencia y en conceptos científicos para prevenir, controlar y entender los ataques contra la mujer!
La autora es doctora en salud pública y miembro de Ciencia en Panamá