Iniciativa

Educación y participación activa



La educación es el pilar fundamental para el desarrollo de una sociedad responsable y activa. Es un derecho social devenido de la ciudadanía moderna. Cumple un rol esencial en la construcción de la ciudadanía.

Estudiar la relación entre ciudadanía y educación se hace relevante a medida que el mundo transita en un ordenamiento global. Es necesario transforma la ciudadanía en un concepto dinámico y capaz de generar nuevos consensos, a través de una educación que incorpore la participación activa, la multiculturalidad y las nuevas tecnologías.

Durante años, se ha pensado que el ejercicio de la ciudadanía involucra hacer uso del derecho al sufragio cada cinco años. La falta de educación en lo cívico lleva al ejercicio de una ciudadanía incompleta, en la que las personas no saben ejercer cabalmente sus derechos y deberes.

Día tras día escuchamos de nuestros líderes que la niñez y la juventud son el presente y futuro de esta gran nación. Necesitamos superar el discurso y validar esta afirmación con las acciones necesarias. El Panamá moderno esconde una gran realidad con más de 453 mil niños, niñas y jóvenes, entre las edades de 0 a 17 años, en pobreza multidimensional. Para ellos, el derecho a tener una educación de calidad con equidad es una utopía.

La pandemia por la covid-19 agudiza el derecho primordial de cada panameño y panameña. Las cifras reflejan un desigual acceso a servicios públicos y a la tecnología , siendo los más vulnerables, los más necesitados.

¿Cómo lograr una ciudadana activa y responsable? ¿Cómo construir las bases de una nación? ¿Cómo enfrentamos a años de corrupción, desigualdad e inequidad en el acceso a servicios básicos?

Debemos formar a nuestros niños, niñas y jóvenes con un pensamiento crítico en el ser, hacer, aprender y convivir, para construir una democracia en la que todos asumamos nuestro rol protagónico. Es un imperativo enseñar que no se actúa solo desde los derechos , sino que ejerciendo y asumiendo responsabilidades desde nuestras comunidades.

Destacamos el papel de la familia e instituciones de enseñanza como agentes de cambio y formando ciudadanos responsables, activos y educados . La educación es un compromiso de todos los panameños desde Punta Burica en la provincia de Chiriquí, hasta Cabo Tiburón en el Darién.

Como ciudadanos activos, conscientes y responsables de los problemas educativos, el Capítulo de Jóvenes Unidos por la Educación Chiriquí, inició el proyecto Kasanga a dos semanas de haber cerrado los centros educativos por la pandemia. Kasanga busca evitar la desvinculación de los niños y niñas de 3ro a 6to grado, en estado de vulnerabilidad de deserción escolar, con la equiparación de oportunidades educativas. El proyecto ofreció tutorías y un acompañamiento gratuito virtualmente, utilizando una metodología dinámica e interactiva, integrando en el proceso, al padre de familia, al estudiante y al tutor.

Kasanga logró atender a 115 niños de las provincias de Chiriquí, Veraguas y Panamá en 2,880 horas de tutorías sincrónicas y asincrónicas. Donaron su tiempo y talento, 48 tutores voluntarios, profesionales y empresa privada. Utilizamos 10 plataformas colaborativas de aprendizaje y comunicación. Kasanga es una experiencia que nació desde la sociedad civil en búsqueda de brindar una respuesta en tiempos difíciles. Marcó la experiencia de muchos padres de familia pero, en particular de dos, quienes estaban en la primera línea de acción contra la covid-19,uno trabajando como enfermera; el otro salvaguardando las fronteras de nuestro país. Mientras tanto, sus niños seguían aprendiendo.

La educación es la base fundamental de una ciudadanía activa y responsable. Urge brindar las herramientas que garanticen una formación integral con equiparación de oportunidades a niños, niñas y jóvenes del país, sin distingo de nivel socioeconómico, étnico, sexo o religión. Aceptemos el reto de contribuir a la transformación económica y social de esta patria istmeña. Basta ya de ser indiferentes y observar todo lo que sucede desde las redes sociales, con una letanía de quejas y pocos aportes. Todos tenemos el potencial para proponer ideas y ser catalizadores del cambio.

El autor es miembro de Jóvenes Unidos por la Educación

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