El desacuerdo económico industrial por Ucrania

El desacuerdo económico industrial por Ucrania


De acuerdo con el Banco Mundial, el GDP per cápita de los ucranianos cuando pertenecían a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1990, era de $1,568. A considerar, en la era soviética no pagaban por inmuebles, gastos médicos ni educación. Hoy, que manejan una democracia capitalista, es de $3,724. La más baja de toda Europa y al nivel de las de El Salvador o Turkmenistán. Pero va a peor; una de las fuentes más altas de ingreso es el gasoducto por el que pasa el gas ruso y cuyo contrato llega pronto a su fin, por lo que dejarán de percibir la tasa por permitir pasar el gas ruso y el negociado que hicieron alrededor de este. Otro alto ingreso es el de la ingeniería aeroespacial, como es la fabricación y manufactura del Antonov AN-225, el avión más grande del mundo.

Entonces, ¿cómo es Ucrania, la economía más débil de Europa?

Históricamente, en el siglo IX, un grupo de escandinavos formó Kyivan Rus, dando origen tanto a Ucrania como a Rusia. Durante la era bolchevique, se le anexó a Ucrania las regiones de Crimea, Donetsk y Luhansk. En la URSS, la población se movía sin fronteras o donde fuesen asignados al culminar sus estudios universitarios, por lo que se dieron muchos asentamientos con el fin de desarrollar las regiones menos pobladas o con menor actividad económica. Al dividirse la URSS, Ucrania declaró su independencia en agosto de 1991, por vez primera, y conservó las más de 3,600 empresas como estatales.

Los exaltos cargos en el Partido Comunista tomaron el control y calcularon el valor de las empresas. Ofrecieron participaciones a sus empleados y ciudadanos, pero nunca vendieron. En otras palabras, quiso capitalizarse, pero mantuvo los modelos de negocios manejados por el Estado y su población fue estafada por el nuevo gobierno manejado por los líderes del PC al creado Partido Socialdemócrata.

Al decidir no privatizar parcial o totalmente, las participaciones y la futura compra de paquetes de acciones no tenían valor alguno y nunca se lo retribuyeron a su pueblo. No demoró mucho para que el sistema económico volviese a fallar y, esta vez, los del PS, astutamente negociado por el hoy oligarca Poroshenko, ofrecieron recomprar las participaciones por debajo del precio vendido. Lo ofrecieron como una forma de resarcir la estafa y el pueblo vendió sus participaciones. Esta jugada fue para subastar y privatizar las empresas (ejemplo, Grupo Roshen), ahora en manos de los influyentes del PS, como Medvedchuk y Kolomoisky (exjefe de gabinete del presidente Zelenski).

Tras estos acontecimientos, los oligarcas ucranianos dominan el 85% de la economía ucraniana y, para entrar a nuevos mercados, hay que sumar nuevos socios y entre ellos se encuentra la familia Biden, representada por Hunter Biden, miembro del consejo directivo de administración de la mayor empresa privada de petróleo y gas en Ucrania, Burisma Holdings.

El fin del contrato era para pasar gas ruso por Ucrania y al Rusia construir el Nordstream 2, para no renovar ni pagar la tasa, provocó la reacción ya explicada por Adam Smith en su libro La riqueza de las naciones.

El autor es ingeniero industrial

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