De repente una fuerza superior nos estremece perturbando nuestra convivencia de un pueblo trabajador y orgulloso de su historia, conquistas y libertad. Campea una calma tensa en la ciudad que nos mantiene a la expectativa ante las noticias por doquier, sobre los estragos de lesa humanidad que viene arroyando en el Mundo el cataclismo por los efectos del Coronavirus.
Pese a los presagios en los que nos jugamos la vida misma, se respira un ambiente de coraje, determinación de lucha y resistencia del pueblo panameño. El gobierno nacional lo viene haciendo muy bien con un derroche de eficiencia y devoción inteligencia, capacidad de planeamiento, organización y métodos, sin dudas ha sido efectivo el liderazgo sobresaliente del señor presidente. Sin embargo, hoy queda demostrado no puso el mismo empeño en su compromiso de liderar las reformas constitucionales mediante el artículo 314 o Constituyente Paralela, mas bien nos desilusionó.
Por otra parte, cualquier individuo o grupo político que se identifique como oposición en las circunstancias actuales, ¡sin quererlo, así seguro estoy! de inmediato entraría en una alianza de oposición letal contra el pueblo panameño, junto al Coronavirus. Por supuesto retornarán los espacios para ejercer la política. En consecuencia, la consigna que obliga es todos juntos en apoyo decidido al gobierno nacional, siempre respetando el estado de derecho y la Constitución Nacional.
Hace 44 años Panamá logro la autosuficiencia del arroz, pero no éramos competitivos. Hubo un excedente entonces significativo de 600 mil quintales, pilados, los que exportamos a la república de Irán, aun perdiendo 2 dólares por cada quintal. El General Torrijos expreso, ”esos 2 dólares mantienen miles de fogones calientes en el interior y los muchachos acudirán a las escuelas con sus estómagos llenos.”
No caben dudas hoy contamos con un ejército moderno de agricultores mejor capacitados que los de ayer, esta vez familiarizados en el empleo de maquinarias agrícolas y semillas mejoradas, para cada región agrícola del país y superar con creces aquella hazaña de hace casi 5 décadas de cosechar y asegurar excedentes voluminosos… Mientras el pueblo tenga arroz seguro y abundante en sus mesas, se garantizará el orden público y la gobernabilidad nacional durante los tiempos difíciles, crisis y emergencias que se aproximan inevitablemente… ¡Si faltara el arroz por un periodo prolongado, ante la realidad que aun somos deficitarios, el gobierno que fuere podría confrontar una inestabilidad política impredecible. “El hombre retorna a las cavernas y le crecen los colmillos cuando tiene hambre” Panamá consume al año casi 8 millones de quintales de arroz; pero producimos solo 5 millones de quintales, quiere decir que importamos alrededor de 3 millones de quintales nuales. 10 años antes este déficit era de 4 millones de quintales.
Da pena aceptarlo pero algunos presidentes inescrupulosos como los dos anteriores, aupaban el déficit desalentando a los productores, porque así el IMA importaba mas y crecían los negocios de los presidentes y sus compadres. Sin embargo, por deducción, el anuncio de importar este año 2,3 millones de quintales de arroz, significa que la cosecha anual estuvo muy cerca de los 6 millones de quintales, ¡vale reconocer por coincidencia o no! que la llegada del presidente Cortizo a la presidencia, ha sido un estimulo a la producción nacional de alimentos.
Si el gobierno nacional convoca al ejército mas importante y noble en todos los países, el de agricultores, criadores, y anuncia en la Gaceta Oficial un “precio sostén” muy atractivo y la seguridad del financiamiento con bajos intereses de la Banca Privada, Banco de Desarrollo Agropecuario, y Banco Nacional; además el reimpulso del universo del cooperativismo, Ipacoop y Coagro, en prolongado letargo. ¡Ahora pronto! el presente año agrícola 2020, estamos seguros que para las cosechas de los años 2021 y 2022, alcanzarían los 15 millones de quintales de arroz en cáscara. En vez de subsidio a la producción de alimentos, nosotros lo consideramos una inversión a los Planes de Seguridad Estratégica Nacional y no como una política permanente de subsidio, sino solo durante la emergencia del Coronavirus.
En la medida que la emergencia ceda y el desarrollo de nuestra economía agropecuaria recupere el ritmo normal,…el precio sostén se aplicaría de forma regresiva gradualmente hasta alcanzar el punto de equilibrio o la competitividad de la que nos conversara hace medio siglo Omar Torrijos. Si para entonces hemos logrado acabar la politiquería y negociados de los bellacos y monos gordos del agro, Panamá no solo sería autosuficiente sino competitiva y se convertiría en un país exportador de arroz.
Comparto otras dos otras consideraciones. Ningún otro país inmerso también en la emergencia del Coronavirus, nos venderá el arroz de su pueblo en los próximos años. Los precios de este grano en caso de que otro país decida vendernos, se triplicarán o quintuplicarán. Las normas y acuerdos de la OMC que prohíbe la política del precio sostén, perderán vigencia por un periodo de tiempo indefinido. Por otra parte, la única fórmula para no ser invadidos por arroz norteamericano por los efectos del Tratado de Promoción Comercial Panamá/ Estados Unidos, en 10 años mas, radicaría en que el arroz norteamericano puesto en Panamá, resulte mas caro que el nuestro en caso que entonces ya seamos competitivos. Si permitimos la invasión de arroz norteamericano, significaría la ruina de nuestros agricultores. En consecuencias y ya generalizando, sugeriría y cuanto antes la creación del Instituto del Arroz y Granos Básicos. Con un Cerebro directivo del gobierno, empresarios privados afines a la producción de granos, Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Panama, IDIAP, Asociación de Agricultores, Asociación Bancaria, Cámara de Comercio y un contrato de asistencia técnica, semillas mejoradas para riego y cosecha de agua con todos los recursos necesarios. “La comida es la Paz”
Es cierto que un Precio Sostén elevado en tiempos normales castigaría al consumidor; Pero no es menos cierto, que el Precios Sostén regresivo al alcanzar el nivel de la Competitividad, bajaría el precio de manera permanente. Además, “el arroz mas caro es el que no puedes comprar porque no existe”.
¿Cómo se explica Guyana, apenas 950.000 habitantes; 54 años de República independiente (1966); población alfabetizada 87%; expectativa de vida 66.5 años; El 12% de las residencias utilizan sanitarios rurales de fosas; Esta entre los 3 países mas pobres de Suramérica… le vende a Panamá arroz por valores de $25 millones al año?,…
Mientras el MIDA desde su fundación hace 47 años (25 de enero de1973) y 117 años de República independiente, aun no ha logrado la competitividad en la producción del arroz y otros granos básicos como los porotos, maíz y sorgo. Este Ministerio fue creado precisamente para garantizar la soberanía alimentaria del pueblo panameño. En resumen sugerimos examinar la tesis que si en el año 2026 aun no hemos alcanzado el nivel de Competitividad del arroz, cerrar este ministerio como un legado de la corrupción e incompetencia de la clase política.
Un desprecio y humillación al hombre que produce alimentos, campesinos y honorables compatriotas de las ciencias agropecuarias. Dejar los demás rubros y ganaderías a la empresa y banca privada, como acontece desde hace 60 años con envidiable resultado con las actividades nacionales de avicultura, porcinocultura y ganadería entre las mas eficientes en Centro América y el Caribe. Pudimos averiguar que precisamente la visión de los gobernantes de Guyana, sacar la política del agro y la privatización y libre competencia, logró que apenas un país rural y en pleno subdesarrollo, nos haya superado.
El autor es ex ministro y general retirado