Todo en la vida tiene su momento. A Julio Briceño Bravo, mejor conocido en el mundo de la caricatura como Rac le llegó el suyo, y ahora, ha hecho realidad un sueño de niño: ser pintor.
Desde pequeño solía recortar y guardar las pinturas que veía en las revistas que se cruzaban en su camino. Y en las conversaciones con su madre le expresaba sus deseos de pintar cuando fuera grande. Hace aproximadamente tres años retomó ese viejo sueño y decidió concretarlo. Lo hizo con una exposición de sus mejores cuadros, denominada Facetas de un caricaturista, desde el pasado 6 de febrero en la galería Artegma y permanecerá allí hasta principios del mes de marzo.





