¿Por qué no todos los niños en edad escolar cuentan con tecnología en casa? ¿Por qué no es la alfabetización digital, un objetivo prioritario en la educación panameña?
Es imperativo conocer el uso y el potencial de herramientas como el celular, las tabletas y las laptops. Es vital el acceso al internet y a los programas digitales. Es casi imposible trabajar, ser productivo, educarse y comunicarse sin ser “alfabetizados tecnológicamente”.
Los niños y niñas deben ser capaces de usar la tecnología de manera constructiva, según su edad y nivel de desarrollo. No es usar un celular para jugar o como “nana electrónica” . Creo en el uso de la tecnología como equiparador de oportunidades.
La actual suspensión del año escolar ha demostrado el rezago educativo existente en lo tecnológico, en las escuelas oficiales. De haber contado con las plataformas tecnológicas, los dispositivo necesarios, el acceso a internet y la capacitación de los educadores en el uso de herramientas con fines pedagógicos, viviríamos una realidad más alentadora. Centros educativos que utilizan computadoras y aplicaciones como Google Classroom, han podido amortiguar el golpe, migrando de aulas de clases físicas a aulas digitales.
Desde los primeros años de vida escolar, es mandatorio aprender a leer y escribir. ¿Hemos hecho lo mismo con la digitalización de los aprendizajes para avanzar a la par de las nuevas generaciones?
Los chicos y jóvenes somos nativos digitales. No es sorpresa que aprendamos a utilizar una tableta o un teléfono inteligente antes de saber usar un lápiz. Es crítico aprovechar la facilidad que tenemos para adoptar la tecnología y utilizarla como un poderoso respaldo en los procesos de aprendizaje.
Nadie había previsto el impacto del SARS-CoV-2. Escuelas paralizadas, establecimientos clausurados, una cuarentena sin visos de terminar , tragedias y decretos que buscan aliviar el impacto del Covid19.
Uno de los pilares más importantes en una sociedad se ha visto afectado. Se produjo un brusco frenazo en el sistema educativo, producto de la pobre capacidad de respuesta digital de la educación panameña.
Aunque para algunos es utópico , un Panamá en el que contemos con acceso a internet y que exista al menos una computadora por familia, es posible. Pensemos en Uruguay. Desde hace 13 años, el Plan Ceibal brinda inclusión e igualdad de oportunidades, utilizando la tecnología para apoyar las políticas educativas. Desde su implementación, cada niño que ingresa al sistema educativo público tiene una computadora de uso personal con conexión a Internet gratuita desde su escuela. ¿Si Uruguay pudo, por qué Panamá, no?
Hago un llamado urgente ciudadano a los responsables de las políticas públicas, a priorizar la alfabetización digital como principal aliado para el aprendizaje. Es alentador que Uruguay cuente con un conjunto de programas, recursos educativos y capacitación docente que transforme las maneras de enseñar y aprender. ¡Basta de despilfarrar dinero en lujos y en excesos de doble tracción! Enfoquémonos en apoyar la mejora de la educación, la salud, la ciencia y la tecnología. ¡Salgamos del hoyo! Con herramientas que nos permitan respetar el aislamiento social y que , a su vez, nos ayuden a acceder a alternativas de aprendizaje, creceremos académica y profesionalmente, independientemente de dónde vivamos y cuál sea nuestro ingreso familiar . Construyamos la verdadera democracia, la de acceso a oportunidades.
La autora es miembro de Jóvenes Unidos por la Educación