La competitividad es la capacidad para competir en precios y calidad de productos de un agricultor, empresa o país. Se logra con la experiencia, tradición y el dominio de métodos y tecnologías innovadoras o generadas y validadas, y que se les transfieren a los productores a través de un seguimiento permanente por los técnicos especializados en sus granjas, parcelas, fincas y potreros, utilizando estrategias de educación informal, como la extensión agrícola como un servicio del Estado.
Antes de la adhesión a la Organización Mundial del Comercio (OMC), mediante la Ley 23 del 15 julio de 1997 , o Acuerdo de Marrakech, el gobierno –en 1996– había iniciado la implementación del Programa de Modernización de los Servicios Agropecuarios MIDA-BID-IICA, apoyado técnica y financieramente por el BID, mediante el préstamo PAN 921, por un monto de 36 millones de dólares, incluyendo los componentes: trasferencia de tecnología, titulación de tierras, construcción y equipamiento de los laboratorios de sanidad animal, vegetal y de residuos tóxicos, y la capacitación técnica de profesionales en el exterior para el manejo técnico de estos laboratorios.
Bajo este programa se estableció la transferencia de tecnología grupal por módulos y por rubros, con resultados muy satisfactorios. Un sistema establecido en Chile con mucho éxito años anteriores. En República Dominicana lo implementó el BID a la vez que Panamá; a esto, los dominicanos le atribuyen el éxito de su sector agropecuario.
En el periodo presidencial 2004- 2009 se negociaron la mayoría de los tratados de libre comercio( TLC), entre ellos, los de Estados Unidos y la Unión Europea. Con el propósito de adecuar al productor nacional para participar y competir en los nuevos mercados, mediante Decreto de Gabinete #37 de 6 de septiembre de 2006, se crea el Consejo de Ministros para la Agenda Complementaria y la Competitividad, integrado por el MICI, MEF, MIDA, MITRADEL y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para cumplir con ésta acción gubernamental, se negociaron con el BID recursos financieros por aproximadamente $180 millones de dólares . El siguiente gobierno (2009-2014) no le dio continuidad a esta política de Estado; reprogramando los fondos BID para infraestructura pública. En adelante, los productores, emulando a los jugadores de un equipo de béisbol, han tenido que jugar en las grandes ligas: encutarra’os, enzapatilla’os, con manilla de lona, pelotas de trapo y sin entrenamientos técnicos ni físicos. Lógico que no han podido ganar juegos.
Según Mi Ambiente, bajo el método arcaico “rosa y quema” se cultivan 10, 000 hectáreas como agricultura de subsistencia por año. De arroz mecanizado en secano se siembra el 85% y con riego, solo 15% de un total de 72,000 hectáreas anuales, con promedio de 105 quintales por hectárea cultivada, los que reciben $ 24.50 por quintal en cáscara húmedo. Brasil, Guyana, Estados Unidos y Colombia sacan más de 195 quintales por hectárea y por eso solo reciben $13.50 por quintal. Hay que tomar en cuenta que nuestra agroexportación, entre 2008 y 2019, decreció en un 48%, por no ser competitivos en el mercado final.
Por ejemplo, la leche tipo C tiene un promedio de producción nacional por vaca de 4 litros, según el INEC; en cambio, Brasil, en áreas tropicales, obtiene 40 litros, y de tipo A, y recibe $26 centavos por litro, y en Panamá 65; el novillo en pie en Brasil y Paraguay se cotiza en 75 centavos la libra, y en Panamá, en 92 centavos como mínimo. Por eso no somos competitivos en el mercado de China Popular, en relación con los países mencionados. El hato ganadero nacional está estático desde 2001 en 1 millón 650 mil reses: el porcentaje de parición anual es de 54% cuando debe ser de un 85% a 90 %, según el INEC.
Ante la depresión del precio actual del ganado es recomendable cumplir con las exigencias de Estados Unidos para que nuestra carne bovina entre a ese mercado, utilizando la cuota de 60 mil toneladas anuales establecidas en el TPC vigente desde 2011. Con este cercano mercado (5 días toma un contenedor en el agua) se mantiene un precio mucho mejor que el del mercado asiático, que demora 23 días en el agua.
Considero que la tecnificación para lograr la eficiencia y la competitividad, sería una tarea adecuada para que el gabinete agropecuario la analice.
El autor es veterinario, exministro del Mida y exlegislador de la República.
