Mi antiguo colega, Frank Sonnenberg, autor del bestseller Comida para el alma: Cambia tu pensamiento, cambia tu vida, afirma que “No podemos hacer nada para mejorar nuestro pasado, salvo aprender de él para mejorar nuestro futuro”. Esta ley universal aplica tanto a personas como a países.
Como sociedad tendemos a mitificar lo que no entendemos. Rara vez conocemos cuál es el problema, pero siempre sabemos quién (o quiénes) es el “culpable”.
Hoy está ocurriendo. La lista de “culpables” de la situación económica y el desempleo que vive el país incluye al expresidente Juan Carlos Varela, al gobierno, empresarios, extranjeros, sindicatos, la derecha, la izquierda, etc., etc. Sin embargo, ¿qué está pasando? ¿qué podemos hacer?
Lo primero que hay que tener claro es que ésto se sabía que iba a pasar. En julio de 2012, el Banco Mundial publicó un informe titulado Mejores empleos en Panamá: el rol del capital humano”, en el que advirtió: “El final de la construcción en el Canal de Panamá eliminará un importante estímulo para la economía, generando desafíos para el crecimiento económico durante la década … En este contexto, el final del estímulo económico relacionado con las obras civiles del Canal de Panamá probablemente cause una reducción de la demanda laboral”.
Adicionalmente, las modalidades de empleo han venido cambiando. Los trabajadores asalariados del sector privado representaron el 71% de la expansión del empleo entre 2004 y 2009, 50% entre 2009 y 2014, y -4% en el período 2014-2019. En contraste, los independientes pasaron de 12 a 72% de los nuevos empleos en ese mismo período.
Más aún, los trabajadores asalariados del sector privado pasaron de ser 53% de la población ocupada en 2013 a 45% en 2019, una pérdida de 8 puntos porcentuales en 6 años. Ambas tendencias van a continuar. El emprendimiento, que hoy aporta 3 de cada 4 nuevos empleos, seguirá siendo el motor de la empleomanía en el país.
Entre agosto de 2014 y agosto de 2019, el sector privado perdió 9,377 empleos asalariados, saldo neto de la generación de 55,194 empleos en 15 actividades económicas, y la reducción de 64,571 en 6 sectores. 3 de cada 4 nuevos empleos asalariados se crearon en actividades del hogar, información y comunicación, otros servicios, minería, finanzas y seguros.
Por su parte, la contracción del empleo asalariado estuvo directa o indirectamente relacionada con la caída de la construcción. 62% de la disminución total de trabajadores asalariados privados ocurrió en este sector. A ésto se le sumó el impacto en actividades como servicios profesionales y técnicos (12% de la reducción), agricultura (8%), comercio (6%), industria (5%) y suministro de electricidad/aire acondicionado (2%).
En contraste, se agregaron 199,088 empleos privados no asalariados, 82% provenientes de nuevos trabajadores independientes, 4% patronos y 14% nuevos trabajadores familiares. 4 de cada 5 de estos nuevos empleos se dieron en el comercio, logística, industria, otros servicios, construcción, hoteles/restaurantes y servicios de apoyo administrativo.
Recuperar el impacto de la construcción sobre la economía será un desafío, ante la ausencia de grandes obras de infraestructura. Sin embargo, los proyectos que el gobierno adelanta en Panamá Oeste, por un monto cercano a los $6 mil millones, dan esperanza. Estos incluyen el cuarto puente sobre el Canal, la ampliación a ocho carriles de la autopista Arraiján–La Chorrera, la Línea 3 del metro, los seis nuevos carriles de la vía Panamericana desde La Chorrera hasta San Carlos, y el Programa de Saneamiento de Arraiján-La Chorrera, entre otros.
Hay retos estructurales y coyunturales que resolver, lo que presupone la generación de confianza en el sector privado, que aporta 85% del empleo en el país (45% de éste asalariado), es decir, confianza para invertir, arriesgar y capitalizar en oportunidades de negocio. Sin inversión privada no habrá generación de empleo.
Es preciso asegurar la sostenibilidad de sectores que están generando empleo, como el comercio, industria, logística, turismo, salud y tecnología, reactivar dos sectores claves, agricultura y construcción, que en conjunto aportan 1 de cada 4 empleos en el país, así como apoyar vigorosamente el emprendimiento, que seguirá siendo el motor de la empleomanía a corto y mediano plazo.
El estímulo económico de la Ampliación del Canal ya no existe, por lo que será preciso asegurar que el efecto multiplicador de estas nuevas obras sobre el empleo es igual o mayor al de la expansión.
El futuro no depende de lo que ocurrirá mañana, sino del resultado de decisiones que tomemos hoy.
El autor es asesor empresarial