La educación de calidad

La educación de calidad


Todos los años, al llegar el Día de la Madre, alguien nos recuerda que a las mamás hay que celebrarlas y quererlas todos los días y no solo en esa fecha. Algo parecido podemos decir cada 24 de enero, cuando se conmemora el Día Internacional de la Educación.

La educación de calidad aporta al individuo y a la sociedad. Ella es imprescindible para lograr tanto objetivos tan importantes como el desarrollo económico y social, como para crear hábitos cotidianos como un simple “gracias, que pase un buen día” al obtener un servicio que necesitamos. La falta de educación y la educación de baja calidad también dejan rastros en la desigualdad, en la creciente polarización social, en la desinformación y en la falta de habilidades de análisis crítico para discernir y tomar decisiones informadas.

En Panamá, escasea la educación de calidad. Así lo muestran los recientes resultados del ERCE 2019, en donde nuestros niños y niñas de tercer y sexto grado estuvieron entre los peores resultados de Latinoamérica. Aunado a esto, la pandemia ha afectado más a poblaciones vulnerables y ha expuesto la creciente inequidad de las oportunidades de aprendizaje. En el 2022, los educadores tendrán el reto de nivelar y acelerar los aprendizajes de estudiantes cuyo medio principal para aprender no fue un aula de clases, sino el teléfono celular.

Nuestro éxito como país no debe ser medido solamente por el crecimiento del PIB y la reducción del desempleo. Estos indicadores económicos clave mejorarán en la medida en que seamos capaces de mejorar los indicadores clave de la educación: reducir la deserción y el fracaso escolar, y aumentar la cantidad de niños y niñas que no solo saben leer, sino que entienden lo que leen.

Este año, al conmemorar el Día Internacional de la Educación, las comunidades educativas -el Estado, la sociedad civil, los padres de familia, los educadores y los estudiantes- de todo el país deben renovar su compromiso de emprender las acciones necesarias para garantizar una educación de calidad y equitativa para todos. Sin este compromiso, miles de niños, niñas y jóvenes quedarán atascados en un ciclo de pobreza y desesperanza en nuestro país.

La autora es vicerrectora académica e investigadora de Quality Leadership University y del Centro de Investigación Educativa, y miembro de Ciencia en Panamá

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