El control de precios a 6 cortes de carne de res ha cumplido 7 años y medio y lo que advirtieron los ganaderos que protestaron en Divisa y otros puntos del país se ha hecho realidad: el mercado nacional de carne muestra signos de estar monopolizado en el consumo nacional, la importación y la exportación.
De 2008 a 2015, con la ampliación del Canal y otras megaobras que promovieron el pleno empleo, la alta demanda de carne bovina y otros productos de la canasta básica de alimentos elevó sus precios. En ese periodo entró en vigencia el TLC con Centroamérica y se importaba carne bovina de Nicaragua. Motivados por esa bonanza económica temporal, el BNP decidió aumentar la cartera ganadera y otorgar préstamos a campesinos, basados en su garantía por los tantos títulos otorgados por Pronat y Reforma Agraria, usando la titulación masiva sin tener ningún conocimiento técnico-administrativo, en especial en Darién y parte de Panamá Este. Además de estás debilidades, el control de precios de julio de 2014 en adelante los obligó a vender sus animales a 30% menos de los ingresos calculados para servir su deuda bancaria, sin recibir a cambio ninguna compensación económica del Estado, como ha ocurrido con los arroceros.
Unos meses antes de la pandemia, el mercado de carne bovina de Estados Unidos se puso interesante y nuestro proveedor Nicaragua ha estado mandando la mayoría de su carne a allá, y dejó de exportar a Panamá.
Como una solución inmediata, sugiero que Acodeco emprenda acciones para supervisar la posible especulación de los minisúpers, donde el 65% de la población compra el día a día, porque una red de esos establecimientos a nivel nacional funciona como un “cartel”, y está ofreciendo los cortes de carne bajo control a otros precios y los restantes a precios altos al consumidor en relación a como vende el productor. Así, se afectan los dos extremos de la cadena: productor y consumidor. También sugiero que el BNP dé un tratamiento diferente a los prestatarios agropecuarios, en función de cada caso, y no lo que determine “una computadora o el sistema”, en el que el tratamiento en trámites, Estados financieros, renovación de líneas, etc., es igual para un prestatario comercial o industrial.
El autor es veterinario, extitular del Mida y exlegislador

