“Gloria al ser abnegado que cuida con amor de la Patria salud! Al que pone la luz de la vida en el alma de la juventud…,” compuso un día el maestro Octavio Fábrega y Santos Jorge cantó de una manera magistral, reconociendo la inmensa labor del educador panameño, y es que el Día del Maestro no debe pasar desapercibido en todo el territorio nacional, ya que a través de la educación, como pendón potente, el maestro va construyendo en el alma de cada estudiante un futuro promisorio, deseando que cada discente pueda aprovechar al máximo sus cualidades y capacidades que requerirá en el futuro para servir a su Patria.
En nuestro país el Día del Maestro se celebra precisamente el 1 de diciembre. En esa fecha se conmemora el natalicio del instaurador de la educación pública, Manuel José Hurtado. La ocasión es propicia para felicitar a todos los educadores que han sido reconocidos por el Meduca con la orden de Manuel José Hurtado que a pesar de los problemas que adolece nuestra educación realizan todo su esfuerzo, con la firme convicción de que su labor no será en vano.
Sólo el docente en su sentido más íntegro tiene, entre todas las profesiones, la labor loable y sublime de pulir el carácter del niño desde los primeros años. Es como un diamante que tiene ir puliendo todos los días y si lo enfoca hacia caminos correctos, el niño será un futuro abogado, arquitecto, médico, un destacado profesor, en fin, un ser humano de pro.
En lugares distantes de nuestro país, en donde los docentes tienen que viajar varias horas por tierra y mar, en donde tienen que pasar semanas y meses sin ver a sus familiares, hay docentes haciendo honor a su vocación, que van esparciendo con ternura el caudal de su conocimiento y enseñando en valores que parece estar perdiendo en nuestra sociedad.
El Meduca debe reconocer la inmensa labor del docente, su valentía, esmero y vocación con que realiza su labor. Esa labor que siempre redunda en el beneficio del país. Un país sin educación no prosperará nunca, necesita de sus recursos humanos, preparados y con suficiente conocimiento. Es a través de la educación que lograremos vencer la pobreza y la inequidad social. En otras palabras, el trabajo del docente perdurará para toda la vida.
El autor es docente de Inglés