La ONU proclamó en 2015, el 11 de febrero como el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia. En 2017, el movimiento Ciencia en Panamá empezó a realizar actividades para visibilizar esa efeméride, que busca que más jóvenes y niñas tengan y aprovechen las mismas oportunidades en carreras donde sus pares destacan fácilmente.
Hoy, el problema no consiste en que las mujeres puedan acceder a carreras de ingenierías y ciencias, sino en lograr que las niñas y jóvenes que aspiran a hacerlo se vean reflejadas en los roles de otras mujeres. Se dice fácil, pero demanda un esfuerzo tenaz, si consideramos los obstáculos que pavimentan la carrera por llegar a posiciones de dirección o liderazgo. Por eso, las actividades que realizamos cada año en este día buscan enfatizar las habilidades que nuestras jóvenes y niñas requieren, poniéndolas en contacto con mujeres que han tenido y tienen posiciones claves del quehacer nacional e internacional.
¿Qué experiencias han obtenido las jóvenes que han tenido acceso a mentorías? ¿Qué creen ellas que falta en nuestro sistema de educación para que más niñas y jóvenes encuentren en la ciencia su vocación? ¿Es importante contar con modelos femeninos en las diferentes áreas de las ciencias? Preguntas como éstas nos dan ideas de la importancia y el impacto en la vida, la educación y las aspiraciones de tantas niñas y jóvenes en nuestras sociedades.
En la tercera década del siglo XXI, no hay excusa para que alguien quede rezagado en educación. En ciencias, debemos tomar muy en serio los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con la educación de calidad (4) y la igualdad de género (5), tal como lo plantea la iniciativa #NoMoreMatildas.
La pandemia nos ha mostrado la dependencia que la sociedad tiene en las mujeres, tanto las que están en primera línea como las que estamos en el hogar. Al mismo tiempo, ha evidenciado la desigualdad, una gran brecha que tomará más tiempo cerrar. Fechas como el 11 de febrero nos recuerdan la importancia de visibilizar el papel de las mujeres en todos los ámbitos y, como nunca antes, en la ciencia.
La autora es farmacóloga y miembro fundador de Ciencia en Panamá