Una precipitación pluvial de más de 60 mm/hora se considera una lluvia torrencial. Es indudable que debido al cambio climático este tipo de lluvia será cada vez más frecuente en algunos lugares y, en otros, habrá sequías prolongadas. Pero, al decir esto, pareciera que responsabilizamos a la naturaleza de lo que hemos provocado. Veamos algunas actuaciones que explican con más detalles ¿por qué ocurren las inundaciones?
Los bosques cumplen una función de esponja del agua de lluvia. De este modo el agua no se va directamente a los ríos, si no que se queda almacenada en los suelos y es lentamente liberada a los acuíferos subterráneos. La destrucción de los bosques de galería en la ribera de los ríos desnuda el suelo y facilita que las lluvias los erosionen, con lo que llegan a los ríos grandes cantidades de materiales que le restan capacidad de transporte de agua. Derribar manglares para construir residencias, no solo representa un peligro potencial para las personas que allí habitarán; sino que con esto, eliminamos la protección a las costas contra la erosión, las inundaciones, los huracanes y los efectos del oleaje.
La falta de planificación en el uso del suelo, que se traduce en la ocupación de núcleos poblacionales en las cercanías de los cauces de los ríos, representa un permanente peligro para las personas que ahí habitan. El crecimiento urbano descontrolado produce suelos impermeables, cubiertos por edificaciones y carreteras, que impiden la absorción del agua de lluvia y provocan que llegue a los cauces de los ríos rápidamente. La canalización inadecuada de ríos es otra causa de inundaciones. Si no se planifica bien, solucionará los problemas de inundación en algunos tramos del río, pero los agrava en otros.
En algunas barriadas se eleva el nivel del suelo dos a más metros para evitar que sus ocupantes sufran los efectos de futuras inundaciones, pero si no está bien diseñado el sistema de canalización de las aguas de lluvia, trasladarán ese problema a las poblaciones vecinas. Esto significa que los estudios de impacto ambiental de estas obras no han sido bien diseñados, pero aun así, han sido aprobados por las autoridades.
No está demás señalar que botar basura en ríos y calles obstaculiza el flujo y desagüe de las aguas, lo que aumenta las posibilidades de inundación. Se necesita un plan de educación ciudadana para desechar este pernicioso hábito. En otras ocasiones, las inundaciones en las calles ocurren porque las bombas para evacuar el agua de los alcantarillados son obsoletas o están dañadas. Es necesario contar con un plan eficiente de vigilancia de la salud de los ríos que, entre otros parámetros, evalúe periódicamente su capacidad de carga. También, se requiere instalar un sistema de alerta temprana de inundaciones en los ríos con estas historias ambientales.
Para finalizar, muchas de las causas por la que ocurren las inundaciones las podemos resumir en que las instituciones gubernamentales no cumplen las funciones para las que han sido creadas.
