He venido sintiendo señales de una ola de juventud transformadora que es esperanzadora.La primera señal fue ver a un grupo, liderado por Ricardo Lombana, quien –como independiente – y con todos los obstáculos de la ley, marcó 400 mil votos en las elecciones pasadas, sin dinero y sin organización nacional. Lombana motivó a muchos jóvenes a sumarse y está a un paso de inscribir el partido Otro Camino, completando una organización nacional que postulará candidatos nuevos para todos los puestos de elección popular , en todos los distritos, municipios y provincias del país. Será el partido de los independientes que desean una transformación de la política en el país.
Por otra parte, he visto al hijo de mi hermano Billy - Guillermo Ford, hijo - activarse con la parte honesta del Molirena, con más y más gente sumándose a su movimiento interno de transformación y adecentamiento.
El martes 5 de abril, recibimos la gratísima noticia de la formación de una coalición llamada Vamos, principalmente de jóvenes que se unen con el propósito de postular a candidatos independienes para diputados y a puestos de elección de gobiernos locales. Vamos está liderado por los diputados independientes que han dictado cátedra de seriedad y decencia en una Asamblea dominada por la maleantería y criminalidad organizada en los partidos tradicionales.
Díganme ustedes si estas señales concretas de acción llevadas a cabo por jóvenes con comprobada acción política seria y decente no son motivo de gran esperanza para la ciudadanía seria de todos los niveles socioeconómicos de nuestro país.
¡La próxima elección será una confrontación de la decencia versus la maleantería! En esa confrontación, los maleantes estarán aliados arriba y por debajo de la mesa, mientras el país decente estará todo sumado al nuevo partido Otro Camino y a la coalición Vamos de los candidatos independienes y decentes.
Ya los instrumentos –partido y coalición– están formados y activados para recibir a la ciudadanía decente.
Les aseguro que los ciudadanos decentes (que los hay) en los partidos carcomidos también sabrán pasarse a las filas de los independientes y/o ser votantes de la ola de jóvenes independientes y transformadores. Los resultados sorprenderán a todos los veteranos que se la pasan pensando que en Panamá nada cambia y que todo depende de las botellas, bolsas, cemento, zinc y una millonada para impresionar con grandes manifestaciones pagadas, con transporte, comida y guaro… ¡Todo pagado con el dinero robado al Estado!
Esos son los que decían que Noriega sería eterno y que el oso militar ruso se tomaría al más pequeño ejército de Ucrania en tres días. Se ha comprobado que un gran exceso de yerros no puede contra la convicción, la valentía y el amor a la patria.
Así, en nuestro Panamá, toda la maleantería junta, con sus alianzas con la droga y el mundo criminal, con toda la plata robada, no podrá contra la decencia, el hastío, la valentía y el amor a la patria que están comprobando los jóvenes líderes que han construido las necesarias plataformas para una lucha de la decencia contra la maleantería, en la que todos los del país decente podremos sumarnos y no sólo salvar a nuestra nación, sino poner el ejemplo en el continente.
Como ciudadano, yo les doy un gran y sentido abrazo de agradecimiento, por constituir la gran esperanza.
P.D.: además, ¡les toca!
El autor es presidente fundador del diario La Prensa
