La pandemia Covid-19 nos deja importantes lecciones en el manejo de la salud pública de nuestro país. Enfermedades transmisibles pueden beneficiarse de estas lecciones y así lograr un control más efectivo. Tal es el caso de la tuberculosis, cuya patología posee similitudes con la Covid-19, de las cuales debemos beneficiarnos.
Ambas enfermedades afectan los pulmones. Ambas enfermedades causan principalmente tos y fiebre. Sin embargo, Covid-19 posee síntomas agudos y la tuberculosis la encontramos usualmente en individuos con síntomas de más de 15 días de duración.
El diagnóstico diferencial se complica con individuos afectados por ambas enfermedades. De hecho, en Panamá se han descrito dos casos de triple infección con SARS-CoV-2, tuberculosis e inclusive VIH (Rivas, Neyla et al., 2020). Ambos reportes de casos fueron publicados en un artículo de acceso abierto en la revista científica American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, vol. 103,4 (2020): 1597-1599.
Una diferencia notable es que la tuberculosis tiene cura. Existe un tratamiento específico y altamente efectivo. En el caso de la Covid-19, todavía la ciencia trabaja para generar evidencia científica de antivirales con efectividad contra el SARS-CoV-2.
Hoy tenemos una excelente oportunidad para el control y la erradicación de la tuberculosis, fortalecida además por la pandemia. Desde antes de la Covid-19, los equipos regionales de control de la tuberculosis realizan el diagnóstico con PCR en tiempo real. También realizaban estudio de contactos de tuberculosis (trazabilidad) en busca de la presencia de infección latente de tuberculosis en familiares convivientes con el caso.
Además, el uso de la mascarilla era implementado en los pacientes sintomáticos respiratorios para contener la dispersión de la bacteria, y se aplicaba una cuarentena durante los primeros 14 días del tratamiento antituberculoso. Hoy, estos procedimientos se han visto fortalecidos con sistemas tecnológicos automatizados para reporte, seguimiento y control de cada caso y sus contactos de Covid-19.
Así, la pandemia abre nuevas oportunidades para transferir las herramientas y estrategias intensificadas por Covid-19 al servicio del control y erradicación de la tuberculosis. Con ello, podremos acelerar el proceso del plan global de poner fin a la tuberculosis, con la participación de todos: clínicos, científicos y la sociedad civil.
El autor es presidente del Mecanismo Coordinador de Panamá para la Lucha Contra la Tuberculosis, VIH y Malaria, y miembro fundador del movimiento Ciencia en Panamá