Cuatro años, 3 meses y 14 días después de su inicio, culminó en esta fecha la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El evento bélico más grande hasta ese momento tuvo como principales escenarios la campiña de Europa occidental, las llanuras de Europa del este, la península balcánica, el mar Egeo, los desiertos del Medio Oriente y algunos puntos de África subsahariana.
Los ataques navales en el Atlántico norte y—por primera vez en la historia—los operativos aéreos fueron característicos de esta conflagración sumamente desastrosa, cuyo saldo en vidas humanas se estima en más de 20 millones de personas, entre militares y civiles.
El armisticio de Compiègne, suscrito el 11 de noviembre de 1918, puso fin a esta matanza, que enfrentó a las potencias aliadas de Rusia, Francia y el imperio británico con las potencias centrales de Alemania, Austria-Hungría y el imperio otomano. Italia, vinculada a Austria y Alemania hasta la víspera, renegó de aquel pacto y acuerpó a los aliados a partir de 1915.
Estados Unidos entró en ese mismo bando en 1917. Su participación en la guerra apuntaló a los aliados, debilitados a partir de la revolución en Rusia y su posterior retiro de la guerra, oficializado en el Tratado de Brest-Litovsk (3 de marzo de 1918).
Aunque Canadá, como parte del imperio británico y, luego, Estados Unidos, enviaron tropas a los campos de batalla, no hubo enfrentamientos militares en América. Sin embargo, las redes de inteligencia alemanas, británicas y estadounidenses se mantuvieron muy activas en estas latitudes.
Para apoyar al esfuerzo bélico del imperio británico, en 1915 se constituyó un regimiento de antillanos (British West Indies Regiment). A su formación contribuyó el ministro (embajador) del Reino Unido en Panamá, Sir Claude Mallet y varios de sus integrantes fueron reclutados en el istmo, entre trabajadores del canal recientemente cesados.
Matilde de Obarrio (Lady Mallet), esposa del embajador, recogió muchas cartas de estos soldados y en 1919 publicó la compilación titulada Letters from the Trenches During the Great War.
En 1916-1917, Alemania, previendo la eventual entrada de Estados Unidos en la guerra del lado de los aliados, intentó persuadir a México, entonces inmerso en una revolución, de declararle la guerra a Washington. En compensación, Berlín prometió al gobierno mexicano la recuperación de los territorios perdidos en 1848 (California, Nevada, Utah y Arizona, así como partes de Wyoming, Colorado y Nuevo México).
Para mala suerte de los alemanes, el cable de Berlín a su ministro (embajador) en México, con detalles de la propuesta, fue interceptado por la inteligencia británica y entregado al gobierno estadounidense. El taimado líder de México, Venustiano Carranza, rápidamente se desentendió de los alemanes para evitar la ira del presidente estadounidense, Woodrow Wilson (quien ya había enviado tropas a México en 1914 y 1916-1917).
Poco después, el 6 de abril de 1917, Estados Unidos declaró la guerra a Alemania. Panamá, alineada entonces (como ahora) al coloso del norte, rompió relaciones diplomáticas con Berlín y, a solicitud de Washington, arrestó a varios ciudadanos alemanes y los entregó a las fuerzas estadounidenses.
En represalia, Alemania confinó a los estudiantes panameños Alexis Lindo, S. Sabló, Luis Salvat, Gilberto Solís y Francisco Villalaz en el campamento de Holzminden.
En noviembre de 1917, la Asamblea Nacional manifestó la existencia de un “estado de beligerancia” entre Panamá y Alemania desde abril de ese año. Después de que lo hiciera Estados Unidos el 7 de diciembre, la Asamblea Nacional le declaró la guerra a Austria-Hungría el 10 de diciembre de 1917.
Como Estado beligerante en la Primera Guerra Mundial, Panamá participó en la Conferencia París de 1919 y suscribió el Tratado de Paz firmado en Versalles el 28 de junio de 1919, que puso fin al estado de guerra con Alemania, creó la Sociedad de las Naciones y estableció la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Nuestro representante en esa conferencia fue Antonio Burgos, ministro (embajador) de Panamá en España, quien también firmó el Tratado de Saint-Germain-en-Laye (10 de septiembre de 1919), mediante el cual se dio por terminado el conflicto entre Austria y los aliados. El tratado de paz con Hungría, firmado en Trianon el 4 de junio de 1920 fue suscrito en representación de Panamá por el encargado de negocios en París, Raúl Amador.
El autor es politólogo e historiador y dirige la maestría en Asuntos Internacionales en Florida State University, Panamá.