Texto “Como miembro de la profesión médica: prometo solemnemente dedicar mi vida al servicio de la humanidad;(...) Velar ante todo por la salud y el bienestar de mis pacientes;(...) Ejercer mi profesión con conciencia y dignidad, conforme a la buena práctica médica;(...) Cuidar mi propia salud, bienestar y capacidades para prestar una atención médica del más alto nivel;(...)” -Extracto de la Declaración de Ginebra (Juramento Hipocrático Moderno). Asociación Médica Mundial, 1948.
El 7 de enero de 2020 se identifica y se confirma la aparición de un nuevo virus en China, causante de neumonías atípicas reportadas desde diciembre de 2019: el SARS-CoV-2; causante de esta Pandemia actual de COVID-19. El primer caso reportado en nuestro país fue el 9 de marzo de 2020, posteriormente el gobierno de Laurentino Cortizo y la ministra de salud en aquel momento, Rosario Turner mediante el Decreto Nº 504 del 23 de marzo de 2020 establecen las disposiciones en cuanto a cuarentena y otros aspectos al COVID-19.
Para toda la población y específicamente para el sistema de salud, hubo cambios radicales en la perspectiva social, laboral y académica. El Consejo Técnico de Salud resuelve con la Resolución Nº15 del 6 de abril de 2020, aprobar un proceso especial y temporal para el trámite de idoneidad para el personal de salud con el fin de trabajar en instituciones públicas de salud en el COVID-19 pero al pasar los meses los trámites han sido problemáticos, dando muchas preguntas y pocas respuestas. El tiempo transcurrió y la crisis sanitaria demostró muchos déficits en el sistema de salud que fueron solventadas reactivamente, sin embargo, demostraban la ausencia de un plan debidamente estructurado y coordinado.
Actualmente, se nos incita a los jóvenes médicos generales a trabajar en áreas COVID-19 por patriotismo, pero como se puede querer laborar sin idoneidad respectivamente oficializada, falta de insumos, sin garantías de pago, malas condiciones de trabajo, futuros inciertos con sistemas de residencias médicas condicionadas a requisitos arbitrarios, el riesgo de contagiarse y contagiar a tu familia además con un país roto. Tenemos un conflicto moral en donde no hay respuesta correcta no obstante los jóvenes médicos generales luchamos hoy por nuestros derechos en época de Pandemia COVID-19 porque lo prometimos: velar por la salud del paciente, ejercer nuestra profesión con dignidad y cuidar de mi propia salud para prestar una atención médica del más alto nivel.
El autor es médico en trámites de idoneidad