En el último año se registraron aumentos en el costo de los artículos de primera necesidad, ya sea por la especulación de algunos productores o por el traslado de los costos a los consumidores. En cualquier caso subió casi todo: la leche y sus derivados, el pan, el arroz, el pollo, la carne y una serie de productos alimenticios; ello sin contar con el incremento del transporte, de la gasolina, del cemento, del impuesto de la CSS y de la energía eléctrica. Estas alzas tienen consecuencias en otros renglones que incluye el área de los servicios y qué decir de las escuelas privadas.
Lo irónico es que Panamá ha tenido uno de los mayores crecimientos económicos en su historia –por encima de Argentina y Chile– pero sigue viviendo con la segunda peor distribución de riqueza del continente. ¿Y quién podrá defendernos? Difícil de responder, pero si dependiéramos del Chapulín Colorado, creo que tendríamos más esperanza que en los políticos.
Digo lo anterior, porque que de un plumazo –mejor dicho de un madrugonazo– nos enteramos que se eximió del pago de impuestos a quienes más ingresos tienen, de forma que el pueblo es el que paga los platos rotos, todo gracias a nuestros "padres de la patria".
En este país es una triste realidad que lo único que no sube son los salarios. Preguntamos: ¿cómo se explica que los artículos de primera necesidad aumenten de precio y cómo hará el 69.5% de los panameños que gana menos de 400 dólares (La Prensa, 29 agosto, 2007), para alimentar a su familia?
Parece que vivimos una esclavitud moderna, porque el dinero no alcanza ni para lo más elemental, muchos menos para procurar el esparcimiento sano que contribuya a la salud mental de los trabajadores y de sus familiares.
Una vez más, preguntamos: ¿por qué los padres de la patria y nuestros magistrados devengan un alto salario y, aún así gozan de privilegios que los exoneran del pago de impuestos, que les ofrece vehículos y le otorga 100 galones de gasolina gratis por mes? ¿Quiénes son los genios que se atreven a decir que la clase media crece con estos aumentos del costo de vida, si los salarios son los mismos de hace años? Por la naturaleza de nuestro trabajo, atendemos a pacientes cuyo salario no llega ni a los 300 dólares por mes.
Si nuestros actores políticos desean demostrar algo de preocupación por sus coterráneos, deben expresarlo con hechos, actualizando los salarios en este país, de forma urgente, de lo contrario quedarán haciendo "Pura Bulla", como dice una canción de los hermanos Sandoval.
