Con la llegada de la pandemia del nuevo coronavirus (Covid-19) y las medidas de confinamiento enfocadas en contenerla, todos nos vimos forzados a realizar ajustes en nuestras rutinas. Esto ha sido retador para todos en general, pero en particular para los padres, quienes han tenido que esforzarse por encontrar un balance en el uso del tiempo entre las responsabilidades del trabajo, el hogar y la educación y cuidado de los hijos. Después de 10 meses de transitar con muchas dificultades la realidad que nos tocó vivir, muchos padres ahora necesitan volver a sus trabajos de manera presencial. Otros quizá pueden continuar trabajando desde casa, pero aun necesitando partir su tiempo entre el trabajo y el cuidado de los hijos. Para muchos, seguro el anuncio de la reapertura de los Centros de Atención de la Primera Infancia (Caipis) sonará como una gran alternativa para lograr un mejor balance de las responsabilidades. Sin embargo, seguro todos se preguntarán si es seguro enviarlos a dichas instituciones educativas considerando la crisis sanitaria que aún nos aqueja.
No hay duda de que parte del desarrollo integral de los niños incluye desarrollarse social y cognitivamente. Para ello, es fundamental compartir con otros niños e integrarse oportunamente a una institución educativa. Sin embargo, antes de tomar la decisión sobre si es hora de enviar nuevamente a los niños a un centro educativo, los invito a evaluar ciertos aspectos para garantizar la seguridad tanto de su hijo como la de su familia.
En primer lugar, considero que el factor clave a considerar al momento de tomar la decisión de enviar o no a sus hijos a los Caipis es cuánto se está propagando el virus en su comunidad, es decir, si los casos de coronavirus en su comunidad están aumentando, disminuyendo o si permanecen sin cambios. Personalmente, considero que no es prudente enviar a los niños a los Caipis si más del 5% de las pruebas de coronavirus dan positivo dentro del área donde residen, por el riesgo de contagios.
En segunda instancia, recomiendo pensar en los riesgos para la salud de los niños y de todas las personas que viven en la casa. Sabemos que algunas personas tienen más probabilidades de enfermarse gravemente por el coronavirus, como los adultos mayores de 65 años y las personas de cualquier edad que tienen otras afecciones como hipertensión, obesidad, asma, diabetes o problemas del sistema inmunitario. Por otro lado, se ha evidenciado que los bebés de menos de un año pueden enfermarse más por el nuevo coronavirus que los niños mayores. Si su hijo tiene menos de un año, tiene una afección de salud o vive con una persona que tiene una enfermedad crónica o es mayor de 65 años, es necesario tener en cuenta el riesgo de la exposición de su hijo a los gérmenes presentes en la comunidad, incluyendo al nuevo coronavirus.
En tercer lugar, es importante conocer las medidas que las instalaciones estarán tomando para prevenir la propagación de la Covid-19. Los padres pueden realizar consultas al centro sobre las medidas de bioseguridad que estarán implementando, y así asegurarse sobre cosas como:
• Que existan los recursos (agua potable, jabón y papel descartable para el secado de manos, gel alcoholado y mascarillas) y la infraestructura (instalaciones para la higiene de las manos) necesarios para proteger la salud de los niños y de todo el personal que labora en el centro.
• Que no haya más de 5 niños al cuidado de una sola persona, ya que a los niños más pequeños les puede resultar más difícil cumplir el distanciamiento físico o el uso adecuado de mascarillas, por lo cual es posible que necesiten supervisión constante por parte de los adultos.
• Que se incentive y favorezca el uso de mascarillas en los niños mayores de 2 años, principalmente cuando están en el aula, y que sea obligatorio en todo momento para todo el personal que trabaja en el centro.
• Que implementen el distanciamiento físico durante las comidas, las actividades educativas/recreativas y la hora de la siesta, manteniendo un espacio de al menos un metro entre los niños.
• Que organicen el ingreso y salida de los niños a recreos, descansos y almuerzos por turnos, limitando la mezcla entre grupos de distintos salones.
• Que se asegure una buena ventilación en las aulas y se planee pasar más tiempo al aire libre.
• Que se garantice la constante y adecuada desinfección de los materiales y juguetes que se utilicen en las actividades educativas.
• Pedir como requisitos para ingresar al centro tener el esquema de vacunas completo para la edad y que el niño no tenga síntomas ni esté cursando una enfermedad aguda.
Como pediatra, sé que el poder socializar y recrearse con sus pares es un aspecto importante para el desarrollo de los niños. Como mamá de una niña pequeña, no puedo dejar de preocuparme por la posibilidad de contagio que existe si mi hija interactúa con otras personas. En definitiva, esta no es una decisión fácil para los padres, y son varios los factores a considerar antes de tomarla.
Al final, la decisión de enviar o no a los niños de regreso a los Caipis es de los papás, evaluando las opciones de cuidado de sus hijos, su necesidad de trabajar y la salud y seguridad de su familia. Cada familia sabrá cuándo es el momento adecuado y qué es lo mejor para su hijo. Lo importante es mantenerse informado sobre el comportamiento de la Covid-19 en el área, las medidas de bioseguridad que implementará el centro educativo, y las medidas que están en las manos de todos y que debemos inculcar a nuestros hijos para evitar contagios, como el uso de mascarillas, la constante higiene de manos y el distanciamiento físico.
La autora es pediatra