El término sociedad civil, como concepto de la ciencia política, designa a la diversidad de personas con categoría de ciudadanos que actúan generalmente de manera colectiva para tomar decisiones en el ámbito público que conciernen a todo ciudadano fuera de las estructuras gubernamentales.
Así se define en el famoso diccionario Wikipedia de internet, pero en Panamá parece que este término para el gobierno actual es sinónimo de revoltosos, quejosos, necios y cuanto epíteto se le puede atribuir.
Aquí, por declaraciones del propio Gobierno y sus voceros, la opinión que tengan los ciudadanos no afines a sus ideas políticas o familiares de los gobernantes los tiene sin cuidado, solo hace falta manifestar tus ideas y que las mismas vayan en contra de las ideas de alguno de los gobernantes de turno para calificarte de opositor y que estás en contra del progreso del país.
El gabinete aprobó el método de “consulta popular” para tratar temas de interés nacional, pero se ha dejado muy claro que estos resultados no serán vinculantes, así como no lo son los plebiscitos. El Gobierno, dependiendo del resultado de estos, y dependiendo de la opinión que de la consulta tengan los allegados al círculo de poder, tomará en consideración o no los resultados; lo que quiere decir que cada seis meses nos vamos a gastar ocho millones de dólares –como ya lo advirtió el Tribunal Electoral–, para que al final la camarilla que gobierna el país haga lo que le dé la gana.
¿No creen que sería más barato subir una página a internet y hacer la consulta vía electrónica, en donde se tenga que poner el número de cédula, y así ahorrarnos el desgaste de tener que ir a votar por algo que al propio gobierno no le interesa?
Quienes le prestan real atención a las noticias de todos los medios pueden darse cuenta cómo se va armando el verdadero plan de gobierno del excelentísimo señor Presidente.
La norma que establece cárcel por protestas está directamente vinculada al futuro muy cercano de los cambios en la ley de minas, de los cambios a la ley de la Caja de Seguro Social, Código de Trabajo, el nombramiento del fiscal electoral y, por supuesto, a los cambios a la ley electoral, sobre los que no consultan ni con los propios miembros del tribunal; imagino que por si acaso no están de acuerdo con ellos.
El país debe mantenerse alerta. No importa si eres miembro del PRD, arnulfista, Molirena, liberal o conservador, debemos estar pendientes de las actuaciones de la cúpula en el poder, porque pareciera que están tratando de cortarle el oxígeno a las organizaciones civiles que no están vinculadas, familiar o políticamente, a ellos.
Voy a dejar el tema hasta aquí para esperar las reacciones de la sociedad civil y del Gobierno, a ver qué sucede en las próximas semanas, estemos alerta.