Desde que empezó esta travesía, hemos escuchado y leído sobre la importancia del uso del tapabocas, el distanciamiento social, lavado de manos, rituales de limpieza, quedarnos en casa y salir sólo para lo estrictamente necesario, todo para mantenernos alejados del virus. Sin embargo, conocer las medidas y no ejecutarlas es igual a desconocerlas.
Independientemente del juicio que hagamos del liderazgo en el país, el manejo de la pandemia seguirá siendo un problema nacional, si como pueblo carecemos de educación para hacerle frente.
Alguien privado de libertad por mucho tiempo puede llegar a presentar dos posibles respuestas: salir al segundo que pueda e intentar “ponerse al día” de todo aquello que no pudo hacer, y a veces corriendo el riesgo de llegar a un libertinaje (abuso de libertad sin control ni consciencia), o, por el contrario, desarrollar tanto temor de salir, que se sienta impedido de poder abandonar su refugio.
Ambas respuestas son extremas y preocupantes; ninguna es sana. Lo ideal es buscar un equilibrio en donde podamos salir con las medidas necesarias, cuidar a los otros y mantenernos sanos.
¿Cómo podemos lograrlo? Educándonos.
Desconocemos cuándo podremos salir y vivir de la forma que estábamos acostumbrados. Mientras tanto, debemos respetar y cumplir con las medidas de seguridad. De lo contrario, continuaremos en esta penosa situación por mucho tiempo y seremos nosotros los únicos responsables.
Tomemos el ejemplo de los países que se educaron, cumplieron y poco a poco han logrado apaciguar la crisis. Para poder transitar libremente, trabajar y prosperar, debemos ser prudentes, conscientes y constantes con el cumplimiento de las normas para convivir con el virus, disminuyendo las probabilidades de infectarnos.
Frente al virus, cada norma que cumplimos o evitamos, influye y afecta a todos.
Nuestra recuperación física, mental, emocional y económica depende de nuestra educación, ejecución y compromiso social. Tomemos consciencia y evitemos más estragos. El país nos necesita a todos.
La autora es psicoterapeuta y psicooncóloga